Candelaria es, tal vez, el municipio más visitado por los tinerfeños. Cierto que ser la sede de la Basílica, el lugar en el que mora la Patrona General del Archipiélago -la Virgen de Candelaria-, es el motivo principal, pero también lo es que durante los últimos 20 años el casco urbano se ha convertido en un espacio más del Valle de Güímar para el comercio. Los candelarieros sienten el "privilegio" de vivir en este enclave, bañado por el mar, con un clima veraniego casi permanente y con los servicios básicos y fundamentales al alcance de la mano.

Enclavada en el Menceyato de Güímar, Candelaria se levanta en un espacio en el que los historiadores sitúan población aborigen hace unos 2.000 años, aunque no sería hasta mediados del siglo XV cuando realmente empezó a ser importante. De hecho, a mediados del XVI era el núcleo más poblado de la comarca. Ya la imagen de la Virgen, encontrada por los aborígenes en la playa de Chimisay -hoy, El Socorro de Güímar-, estaba en la cueva de Achbinico.

El casco urbano de la Villa Mariana no es, ni siquiera, el lugar más extenso del lugar, pero sí el más poblado.

Uno de sus problemas principales es el tráfico. La ordenación del mismo no se corresponde con la necesidad ni de vías ni de estacionamientos. Esa circunstancia genera un caos diario de difícil solución. Los reiterados anuncios y promesas electorales (de todos los partidos) para dotar al núcleo de más aparcamientos nunca se han visto materializados. El propio entorno de la Basílica queda notablemente deslucido por el uso del espacio como área de estacionamiento.

En este siglo, la zona principal (por número de visitantes) del casco urbano mejoró con la creación de un paseo, el adecentamiento del entorno del muelle (aunque esta infraestructura padece deficiencias y carencia de dotaciones graves para la actividad pesquera), el incremento de la limpieza y hasta la implantación de cierta uniformidad en la Zona Comercial Abierta (calles Condes de Abona y Obispo Pérez Cáceres o La Arena).

Santa Ana, una pieza esencial para entender la historia del municipio en la que se refleja la conservación y el desarrollo; la barriada Antón Guanche, construcción propia de los años de la urbanización social; el Pozo de la Virgen, el Paseo de San Blas, la playa de la Arena, la playa del Alcalde, la plaza de la Patrona, la cueva de Achbinico y la ermita de San Blas, la cueva de Los Camellos... Candelaria aglutina muchos atractivos.

La población candelariera es cosmopolita, tiene centro de salud, centro cultural, Casa Consistorial, parques infantiles, un gran centro de atención social y hasta Guardia Civil. Y un gran aparcamiento de uso limitado para favorecer la actividad comercial, fuente principal de la economía de este enclave del Valle de Güímar.

Falta un auditorio (la plaza de la Patrona es el lugar para todo), faltan más policías locales (la seguridad es una asignatura aprobada, pero precisa mejorar), falta un gran museo (el Ayuntamiento Viejo no responde a lo planificado) y "lo que más urge es mejorar este tráfico. Esta locura dura demasiado". La solución parece estar lejana.

LA RADIOGRAFÍA

Nombre y situación

Candelaria toma su nombre del de la Patrona General de Canarias. Emplazada a la orilla del mar, la localidad es el centro administrativo y comercial, en gran medida, del municipio. El acceso a través de la autopista, punto de llegada principal, está a unos 19 kilómetros de la capital.

Población

Las cifras oficiales indican que el casco urbano de la Villa Mariana tiene unos 14.600 vecinos, al incluir Aroba, Brillasol, Candelaria, La Palma, La Viuda, Polígono Industrial y Punta Larga.

Reseña histórica

"Acabada la conquista, el 2 de febrero de 1497, Alonso Fernández de Lugo celebró la primera fiesta de la Purificación o de las Candelas en la Cueva de Achbinico, siendo desde entonces frecuentes las visitas al primitivo santuario, abriéndose poco después el Camino de Candelaria, única vía terrestre que unía los pueblos del sur de la isla", se refleja en "Conquista de las Islas Canarias".

Fiestas

Aunque es el punto principal de la fiesta de la Virgen de Candelaria, los días 2 de febrero y 15 de agosto, la patrona de la localidad es Santa Ana, que tiene lugar el 26 de julio, aunque al incluir a la Virgen del Carmen comienza un mes antes.