El juicio con Tribunal de Jurado que comenzó ayer en la Sección V de la Audiencia Provincial por el asesinato de una mujer en Guaza (Arona) en enero de 2014 quedó reducido ayer a la mínima expresión, después de que las partes llegaran a un acuerdo al considerar que no hubo ensañamiento en el crimen de María Zulia, que recibió 32 heridas de arma blanca a manos del que era su pareja, Guillermo Hernández.

El procesado reconoció ayer la autoría de los hechos ante las preguntas de la representante del Ministerio Fiscal, Francisca Sánchez. Precisamente, el juicio iniciado ayer fue el último con Tribunal del Jurado, por el momento, de dicha fiscal como delegada de Violencia de Género, ya que ahora desarrolla su labor en otro departamento.

Y las abogadas de las acusaciones particulares, en nombre del hijo mayor de la víctima, así como del exesposo y el hijo menor de la fallecida, así como el letrado de la Defensa, Iván Canino, renunciaron a realizar preguntas a Hernández. Según la declaración efectuada ayer por el acusado, esa noche salió de fiesta con un grupo de amigos y regresó de madrugada. Supuestamente, dicha circunstancia fue el origen de una discusión con la víctima que acabó de forma trágica.

Hernández manifestó que, en un momento determinado, cogió un cuchillo de la mesa de la cocina y, a partir de ese momento, se desarrolló la tragedia.

Según el escrito de la fiscal, la primera herida de arma blanca se produjo en el pecho de la víctima y afectó a un pulmón. Después, la afectada trató de esconderse bajo la cama del dormitorio, pero el acusado la siguió y la apuñaló otras 31 veces. Trece de esas lesiones se produjeron en el lado derecho del cuello, que le seccionaron la arteria carótida y la vena yugular; siete en el lado derecho de la espalda, que le perforaron el pulmón, así como otras tres en el tórax.

Si la fiscal y las acusaciones pedían inicialmente 25 años de prisión y la defensa, la libre absolución; las partes retiraron la agravante de ensañamiento y la solicitud de pena quedó en 18 años.