Pedro Sánchez, el candidato del partido socialista (PSOE), se ha convertido en un objetivo a batir en la campaña para las elecciones del 20 de diciembre, en las que compite con otros tres partidos con posibilidad de sacar importantes resultados y todos ellos aspiran a quitarle parte de su electorado.

El candidato socialista, que se presenta como la imagen de renovación del PSOE después de cuatro años en la oposición, recibe críticas del Partido Popular (PP, centroderecha), su "enemigo" natural, pero también de las dos formaciones emergentes que le disputan su espacio a derecha e izquierda: Ciudadanos (centro liberal) y Podemos (izquierda).

Para estos dos nuevos partidos en la escena nacional, Sánchez, un economista madrileño de 43 años, representa a la "vieja" política y lo sitúan en el mismo nivel que al presidente del Gobierno y candidato del PP, Mariano Rajoy.

Sin embargo, este antiguo jugador de baloncesto está dispuesto a pelear el partido hasta el final y a lo largo de la campaña ha denunciado la existencia de un frente anti-PSOE, formado por PP, Ciudadanos y Podemos, e insiste: "el único cambio posible es el PSOE y, quien no vote al PSOE, que sepa que regala cuatro años más a Rajoy".

Afirma sentirse "orgulloso" del legado que han dejado los gobiernos socialistas de España de Felipe González (1982-1996) y José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011).

Pero Pedro Sánchez no solo lucha contra sus adversarios políticos.

También en el PSOE hay sectores que nunca vieron con buenos ojos su elección como líder del partido y podrían poner en cuestión su posición si no obtiene un buen resultado en las elecciones de este domingo.

El líder socialista, desconocido para la mayoría de los españoles hasta hace año y medio, se presentó como candidato tras la renuncia del anterior líder, Alfredo Pérez Rubalcaba, y fue elegido por aclamación en un congreso extraordinario, después de conseguir el 48,6 % de los votos en las elecciones primarias celebradas en julio de 2014.

En su elección contó con el apoyo de Susana Díaz, presidenta del PSOE de Andalucía, la región con más peso en el partido.

Militante socialista desde los 21 años, comenzó su carrera política como concejal en el Ayuntamiento de Madrid (2003-2009) y después pasó al Congreso de los Diputados, donde ya en 2015 ejerció como jefe de la oposición, dando la réplica al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el debate sobre el estado de la nación que se celebra cada año.

Sánchez cuenta con experiencia en el extranjero, ya que trabajó dos años en Bruselas en el cambio de milenio como asesor del grupo socialista en el Parlamento Europeo y después como jefe de gabinete del Alto Representante de Naciones Unidas en Bosnia para el Proceso de Reconstrucción, el español Carlos Westendorp.

Desde que fue elegido secretario general del PSOE, se planteó como objetivo darse a conocer a los ciudadanos y no ha dudado en participar en programas televisivos de entretenimiento, donde ha mostrado su imagen de hombre joven y atlético, con una sonrisa franca, sin olvidar tampoco su faceta familiar.

En todas las ocasiones en que Pedro Sánchez tiene oportunidad de hablar de sí mismo ocupan un espacio destacado su esposa, Begoña Fernández, y sus dos hijas, Ainhoa y Carlota.