Comisiones Obreras (CCOO) calcula que en los próximos años se jubilarán entre 55.000 y 57.000 profesionales del Sistema Nacional de Salud (SNS), lo que representa un 10,5% del total de trabajadores de la sanidad pública, de ahí que exijan ofertas públicas de empleo que se ajusten a estas necesidades.

El sindicato presentó ayer el informe "El empleo en actividades sanitarias y su evolución durante la crisis", que constata cómo en los primeros años de crisis se siguió produciendo un aumento del empleo en el sector sanitario que, a partir de 2011, cayó de forma drástica.

En concreto, los análisis de la información de las encuestas de población activa (EPA) que ha ido publicando el Gobierno en este periodo muestran como en solo dos años, de 2011 a 2013, la sanidad española perdió 45.700 empleos de los que la mayoría (43.400) pertenecían al sector público.

Esta destrucción de empleo "afectó sobre todo a las dos profesiones nucleares del sistema", reconoció Fernando Puig-Samper, autor del informe, ya que perdieron su empleo unos 30.000 enfermeros y 10.000 médicos. Además, muestra un "preocupante" envejecimiento de la plantilla de la sanidad pública que se agravará con las jubilaciones previstas para los próximos años. De ahí que este experto proponga que las futuras ofertas de empleo "permitan cubrir todas estas pérdidas" para adaptarse además al progresivo envejecimiento de la población que causa "cierta sobrecarga" en las consultas. "Con esta mayor demanda, el "burn out" (síndrome del quemado) será mayor que ahora, cuando ya tenemos a profesionales completamente abrasados al tener que sostener los servicios", denunció Puig-Samper. El informe también muestra cómo durante la crisis ha aumentado la temporalidad de los trabajadores, que actualmente afecta al 28% de los profesionales del SNS, cuando en la sanidad privada afecta al 18 por ciento de sus trabajadores. Además, mientras que la duración de esta temporalidad en la privada es de unos 21 meses de media, en la sanidad pública tiene una duración media de 97 meses, lo que hace que hasta el 10% de los trabajadores mayores de 55 años tengan contratos temporales.