Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) constituyen un aliado del turismo, pero deben ser un instrumento y no un fin en sí mismas, precisan de un cambio de mentalidades y no pueden implantarse sin un análisis riguroso de su conveniencia y su impacto en el modelo de negocio. Estas son algunas de las ideas que se vertieron ayer en la Jornada TurisTICa 2015, que congregó en la Universidad de La Laguna (ULL) a académicos y profesionales para reflexionar sobre los retos que afronta este binomio.

Entre los desafíos más importantes, apuntaron los intervinientes, figura el de recopilar y unificar los datos sobre las preferencias y comportamientos de los visitantes -inexistentes a veces o dispersos en diferentes fuentes- y proporcionar así a las empresas una base sobre la que diseñar su oferta y servicios.

"El peor tren que nos pasa por delante es que no estamos recopilando datos", advirtió Francisco Ortiz, director ejecutivo de Crea Solutions, quien poco antes sentenciaba que "nadie genera" estos datos. No disponer de ellos supone perseverar en acciones erróneas o escasamente meditadas. "Seguiremos cobrando 7.000 euros por desarrollar una aplicación para un pequeño restaurante, cuando quizá lo que necesita es consultoría para saber que es mejor una carta bonita pintada a mano", expuso como ejemplo.

Carlos Rodríguez Cabrera, consultor, coincidió en que "sin datos el negocio no va". Para consolidar los llamados "territorios inteligentes" -en el caso de Tenerife, "isla inteligente"- es fundamental la inversión en conectividad y evitar la "brecha digital", así como poner al "ciudadano" -sea residente o turista- en el centro del sistema.

Javier Garabal, director ejecutivo de Valoranos.com -una plataforma en la que se recogen las opiniones de los clientes sobre los empleados de las empresas y se ponen a disposición de estas-, se centró en la necesidad de generar un "ecosistema" que permita alinear a todos los agentes implicados. La falta de organización, sostuvo, produce "frustración" por no poder materializar las oportunidades que proporciona una "época única" desde el punto de vista tecnológico.

Enrique Padrón, de Factoría de Innovación Turística, lanzó una advertencia. "No todo es tan fantástico ni conveniente en el sector servicios. Hay que analizar cómo impacta la tecnología en el modelo de negocio". En este sentido, relató el caso de un hotel de cuatro estrellas, con reconocimiento internacional, que ha renunciado a las cerraduras electrónicas para, de esta forma, facilitar un contacto diario con la recepción del establecimiento.

En defensa de las redes sociales tradicionales

El conocimiento es la clave -un "mantra"-, pero no solo el de los datos, sino también "el del que tienes al lado". El profesor de la Universidad de La Laguna Agustín Santana, subdirector de la Cátedra de Turismo CajaCanarias-Ashotel-ULL, realizó durante la jornada TurisTICa 2015 una encendida defensa de las relaciones humanas y de las "redes sociales tradicionales". La tecnología debe ser una ayuda, afirmó, y cuando sustituye el contacto humano es necesario llenar los vacíos que se producen, dijo Santana.