Somos herederos de un tesoro de valor incalculable: la privilegiada naturaleza de La Gomera. Con nuestro ecosistema mantenemos una doble responsabilidad: cuidarla y a la vez permitir que los ciudadanos de dentro y fuera de la Isla, la puedan disfrutar. Nuestro paisaje es tan valioso como frágil y su conservación supone una tarea muy compleja que requiere atención constante.

Por estas razones, en la actualidad el territorio insular se encuentra acorazado desde el punto de vista medioambiental: un tercio de su suelo está protegido por diferentes calificaciones territoriales, hemos sido declarados Reserva Mundial de la Biosfera, contamos con un Parque Nacional y obtuvimos hace algo más de un año un aprobado alto para seguir aplicando la Carta de Turismo Sostenible. Pero todo este esfuerzo por preservar la naturaleza no serviría de nada sin el compromiso firme de todos los sectores sociales y económicos. De vecinos, empresas y colectivos.

En este delicado entramado juega un factor clave la gestión de los residuos. Durante los últimos años hemos avanzado de forma significativa en este sentido. Atrás queda aquella Isla en la que existían vertederos incontrolados. En el caso del ubicado en la Reserva Natural Especial de Puntallana tuvimos que invertir 2,5 millones en su recuperación.

Un logro que no debe ser calificado de menor fue la construcción del Complejo Ambiental de El Revolcadero que cada año tiene capacidad para recibir alrededor de 14.000 toneladas de residuos urbanos. Pero nos movemos en un terreno en el que todo avance resulta insuficiente. El reto ahora es lograr un modelo insular en la recogida de basuras con el fin de optimizar recursos. Hemos calculado que de esta manera obtendríamos un ahorro nada despreciable de 600.000 euros al año que podremos emplear en una mejora de la prestación. Ahora contamos con un soporte legal como es la Ley de Sostenibilidad y Racionalización que nos obliga a ser más eficaces y austeros a la vez. De forma paralela podremos avanzar también en la recogida selectiva en el punto de origen, lo que nos permitirá reducir la saturación del Complejo.

A lo largo de los últimos años hemos ido trabajando en la mejora de El Revolcadero en el que las instituciones hemos invertido alrededor de cinco millones. La última actuación tuvo lugar hace algunos meses y supuso destinar 459.000 euros a la ampliación del vaso del vertedero. De esta manera el lugar en el que se depositan las basuras suma 7.179 metros cuadrados sobre los 16.900 que existían con anterioridad. Con este paso rozamos las 2,5 hectáreas y los casi 237.000 metros cúbicos de capacidad máxima autorizada.

Entre los próximos retos a los que nos enfrentamos desde el punto de vista medioambiental, sobresale especialmente uno: la gestión directa por parte del Cabildo de nuestro Parque Nacional. Una responsabilidad para la que hemos venido preparándonos de forma concienzuda desde hace años y que consideramos que ya estamos en condiciones de asumir. Los plazos están fijados, no hay marcha atrás y nos encontramos en el último escalón antes de hacernos con las riendas de nuestro espacio natural por antonomasia. El Gobierno canario se ha comprometido a trabajar en esta línea y a dejar en nuestras manos el Garajonay en cuestión de meses. Entonces esperamos contar con el correspondiente apoyo financiero, porque de lo contrario difícilmente será posible avanzar en sentido alguno. No queremos que estas transferencias se limiten a un simple cambio administrativo.

El cuidado de nuestro medio ambiente es una obligación que asumimos, no sólo ante nuestros vecinos, sino también con los miles de turistas que cada año llegan a nuestra Isla atraídos, precisamente, por la naturaleza. Ése es nuestro principal valor, dentro y fuera de La Gomera. Conservar este privilegiado entorno supone un esfuerzo continuo pero la recompensa es inmediata. Por ejemplo, saber que los paisajes que observen los futuros habitantes de la Isla serán muy similares a los que vemos nosotros y a los que disfrutaron nuestros antepasados.

*Presidente del Cabildo de La Gomera y diputado autonómico