Francisco Alonso Siliuto tiene 84 años, trabajó entre 1963 y 1996 en Obras Públicas y aún sigue con el gusanillo de las carreteras. Tanto, que desde hace algún tiempo le viene dando vueltas a varias soluciones para acabar con las colas que cada mañana se producen en la autopista del Norte (TF-5). Su principal aportación pasa por algunas ideas para la construcción del denominado "baipás" por detrás del aeropuerto de Los Rodeos.

Según expone este antiguo técnico auxiliar de obra y laboratorio, y que también fue encargado de obra, su particular variante -como la del proyecto defendido por el Área regional de Obras Públicas- partiría a la altura de Guamasa (sentido Santa Cruz) y contaría con dos carriles en una sola dirección. "El inicio se debería construir sobre pilares para no perjudicar a los terrenos productivos", explica Siliuto, que parece tener milimetrado todo su plan. "Al entroncar con la zona aeroportuaria iría a nivel del suelo, tanto por la zona norte como por la oeste, hasta la confluencia con la TF-24 (carretera de La Esperanza), que la atravesaría a distinta elevación, continuando después sobre pilares hasta conectar con la TF-2", afirma un profesional de esta materia que cuenta que participó en la elaboración del proyecto de la Vía Exterior.

No es su única sugerencia. También propone que la carretera general del Norte, en el tramo entre San Benito y Guamasa, sea de sentido único hacia el Norte, mientras que el segmento de la TF-235 que va desde la cafetería El Búnker hasta Los Rodeos solo se utilice en dirección a Santa Cruz. "Este acondicionamiento evitaría las enormes aglomeraciones en estos enclaves", sostiene Francisco Alonso Siliuto, que defiende con auténtica convicción unas modificaciones a cuya ejecución no le ve grandes dificultades: "El baipás no produciría molestias al tráfico durante su construcción, y en la otra iniciativa es cuestión de informar al vecindario y de proceder al cambio de la señalética".