El líder del Partido Socialista en La Laguna, Javier Abreu, justificó ayer ante la Ejecutiva local su proceder en la crisis abierta con Coalición Canaria (CC) en el gobierno municipal y pidió unidad a sus compañeros que le reprocharon no haber dimitido "por dignidad", tras la decisión del alcalde José Alberto Díaz de destituirlo al frente del área de Aguas y pasar a la oposición, tal y como había acordado la Ejecutiva el pasado día 11, cuando el propio Abreu la convocó de urgencia.

Abreu había convocado para ayer tarde otra Ejecutiva local en el ámbito de su sede de la calle San Antonio para explicar los últimos acontecimientos vividos por el partido referidos a hacer una lectura de los comicios generales celebrados el domingo, como antesala para justificar la situación del PSOE en el gobierno lagunero.

En este sentido, fuentes presentes en la reunión cuestionaron precisamente que no dimitiera, tal y como el órgano aprobó por unanimidad, "algo que Javier debería haber cumplido por dignidad y eso no ha pasado", dijo uno de los consultados.

Ante esta petición, Abreu demostró su capacidad de supervivencia porque salió indemne de la partida, aunque con una división importante, ya que a pesar de que una de las palabras más repetidas era "unidad" y la importancia de hacer pública esa fortaleza, pocos se olvidan de un ultimátum que ha dejado a los pies de los caballos a los socialistas laguneros y, sobre todo, a su líder, Javier Abreu.

Él recordó el valor de la convocatoria de la comisión de seguimiento del pacto, celebrada el día 15, en la que la Regional que maneja Patricia Hernández y su núcleo duro acordaba con CC la devolución de la delegación de Aguas en La Laguna, dejando muy abierta la posibilidad de que en ningún caso Abreu estuviera al frente.

Las mismas fuentes aseguraron que el socialista señaló a los presentes un listado de incumplimientos de la formación nacionalista contra los socialistas, entre ellos el no comunicar al PSOE los acuerdos de gobierno de CC con el Partido Popular (PP) o con Ciudadanos (C''s), entre otras cuestiones, recordando, incluso, que la estrategia seguida en el pleno desarrollado el día anterior de la destitución, en la que los nacionalistas habían traspasado una línea roja contra la líder del partido a nivel regional, Patricia Hernández.

No obstante un sector de la ejecutiva local criticó "el paso atrás" del líder socialista ante la Insular y la Federal y su falta de compromiso con la propia asamblea, recordándole el poco apoyo que ha tenido de los estamentos superiores en el pulso mantenido con José Alberto Díaz. En todo caso, pocos entendieron las explicaciones de Javier Abreu para justificar no haber llevado a cabo su prometida dimisión. Él pidió "esperar y tener calma, mucha calma".

Tras las dos horas y media de debate, se acordó que mañana, miércoles, se celebrará una asamblea de afiliados en el hotel Nivaria para dar los mismos argumentos y de paso reafirmar y consolidar su liderazgo municipal.