"Aquí no ha venido nadie tampoco hoy (por ayer). Ya llevo un mes y medio sin vivir, llega Navidad y no puedo más. He tenido crisis de ansiedad y yo, una mujer deportista y sana, tengo que medicarme a diario. Me han robado la ilusión, que era este local. Ni duermo mi vivo". Lo asegura María José, propietaria de un negocio de estética y acupuntura en el 2 de la calle Iriarte, esquina con Porlier para explicar que "viene ocurriendo lo mismo en todo el entorno de la Rambla Pulido".

María José, además, cifra en "casi 75.000 euros lo que he gastado porque compré el local que me gustó mucho, igual que la zona. Si tuve agua y teléfono en un día, qué pasa con la luz. Creo que ha habido dejadez y desidia por parte de Endesa".

"Fui a la OMIC -señala- a poner denuncia, pero no puedo por ser autónoma. Me remiten a Industria y ahí irá a una vía interna y se quedará en la gaveta".

No entiende qué pasa, porque, apunta, "en teoría tengo todo en regla y he pagado boletín, instalación (muestra unos contadores impolutos) o tasas. Desde el 11 de noviembre, la fecha de apertura, me he cansado de llamar a números de teléfono o de informar a través de internet, además de pagar taxis para ir de la subcontrata a Endesa y viceversa. Un calvario".

Y añade: "Me dijeron que debía abonar una factura pero no sabían cuanto. O una cifra al alza, 154 euros, u otra a la baja, 74, y pagué la mayor por acabar con esto. Pasó el tiempo y nada. Mi proceso ha tenido varios estados: de pendiente del cliente a pendiente de la acometida. Han venido técnicos y me dicen que todo está perfecto. Al parecer falta un cable para enganchar a la corriente, pero alguien tendrá que venir a instalarlo".

Carlos, propietario de una peluquería cercana, logró tener luz después de tres meses. Ahora sufre un problema depresivo, según las fuentes.

Otro ejemplo es el de Carol, que tenía otro centro de estética en la calle General Serrano. "De junio a finales de agosto -asegura- estuve casi tres meses sin luz. Me dieron largas de todo tipo: contrato nuevo, pequeña incidencia, unos días más, el contador no estaba colocado, los cajetines del resto del edificio eran de madera... Al final me lo arregló un señor en Industria. Me dijo que en ocho días tendría luz y cumplió. Pero ya empecé mal y solo estuvimos abiertos dos meses. Cerramos en noviembre".

Un proceso

Fuentes de Endesa explicaron a este periódico que "la tramitación es siempre un proceso, a veces largo. Hay subcontratas o instaladores privados que tienen sus plazos y todas las culpas vienen a nosotros de una manera u otra". Sobre el caso concreto de la calle Iriarte, explicaron: "Consultada la referencia, hoy (por ayer) está prevista la instalación para el enganche del cable hasta el punto de conexión. Si esta persona ha abonado los derechos de enganche mañana (por hoy martes) ya podrá contratar el suministro".