Estupefactos ciudadanos: me imagino, al igual que este servidor, su preocupación por la posible ingobernabilidad de España tras el castigo y desgaste de los dos grandes partidos, el estancamiento de Ciudadanos, la desaparición fulminante de un moderado Up y D y la súbita ascensión del variopinto, insultón y polémico Podemos. Sin olvidar el tremendo batacazo de la cercana Co/aligación Canaria.

Sin embargo, en demostración de esta rara idiosincrasia nuestra que a mí tanto me preocupa me voy a un hecho más concreto; a ver qué les parece. Es la trayectoria paralela de tres personajes como ejemplo paradigmático de la incoherencia hispana: Julio Rodríguez Fernández, Victoria Rosell y Pablo Iglesias Turrión. Me dicen que han sido tantas las descalificaciones al ex general de aviación en las redes sociales que hasta lo han hecho bueno. No uso las redes ni me place criticar a un mando, pero sí denunciar las incoherencias de aquellos/as que en el momento más inesperado saltan a la política y al sillón más raro. ¿Los motivos? Sólo ellos lo saben.

Lo que sí deben saber ustedes es que el ya ex general Rodríguez, cesado en sus cargos por "pérdida de confianza y falta de idoneidad", no fue por capricho del Go-bierno, sino precisamente porque el general en la Reserva jugó hasta el límite con las fechas de dos Consejos de Ministros para eso: ser cesado y salir en los medios como víctima. Trampilla indigna de un militar, aunque eso es lo de menos. Lo de más es que su designación para Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) fue por la pertinaz insistencia del presidente Zapatero y de la ministra Carma/e Chacón, en contraposición a los que proponían la "superioridad castrense" y el propio rey, mando supremo de las FAS. Lo cual ya indica, nunca mejor dicho, por dónde iban los tiros.

Por si alguien sigue dudando de la justificada destitución, añadirles entre otras cosas que: fue el primer general que en vez de jurar su cargo lo prometió; permitió que en la Academia de Suboficiales de Lérida se arrancaran las piedras que decían "A España servir hasta morir"; la vergonzosa y rápida retirada de Kosovo fue debido a que ante el pacifismo del presidente Zapatero, el general le dijo: "No hay ningún problema para retirarnos cuando usted lo ordene". Y así salieron las tropas españolas ante el hazmerreír de los demás ejércitos. En el secuestro del pesquero español "Alakrana" intentó demostrar públicamente que en la persecución a un fuera borda pirata, tipo zodiac, un helicóptero español armamentado no lo pudo detener, capturar ni destruir. (?).

Hay más, pero habré de ser discreto, no como el ex general, que permitía la difu-sión en las teles públicas de videoconferencias tratando asuntos de la guerra. (?).

Dicen que fue esa Hoja de Servicios la que cautivó al antimilitarista Pablo Igle-sias para ficharlo (a dedo) y ascenderlo a ministro de Defensa del futuro "gobierno Podemos". ¿Quién más incoherente, don Julio alistándose al nuevo ejército o el pacifista eligiendo a un ministro militar? Don Julio se ha quedado sin escaño en Zaragoza.

Por el contrario, en la lejana Canarias, sí cogió silla el otro fichaje (a dedo): la ex jueza estrella Victoria Rosell para ministra de Justicia. Yo, sin el más mínimo comentario por mi parte sobre la polémica y controvertida señora, decirle al grupo Podemos que a cada uno le toca su sanmartín. Aunque, cómo no, parece ser que el culpable de todos esos líos es el señor Soria del PP. ¡Hay que joderse!

A Pablo Iglesias lo conocen ustedes mejor que yo, pero aquí les traigo también otros dos ejemplos de su demagogia y contradicciones: ¿dónde las asambleas, ¡más abiertas incluso que las primarias socialistas!, para la elección de cargos?; ¿dónde el "sistema cremallera" -procaz invento zapateril- para igualar hombre/mujer? El fracasado don Julio iba de segundo de otro macho. Y es que Iglesias ha acogido y recogido a todo un elenco de artistas para lo que mejor le convenga, venga de donde venga.

Para terminar, recordarles que el comunista Pablo Iglesias sigue sin rechazar el terrorismo nacional e internacional, simpatiza y colabora con regímenes dictatoriales y, como eurodiputado español, su paso por Bruselas fue decepcionante y ramplón.

En ese sentido, ¿creen los Indignados de ayer que Iglesias, Monedero, Errejón, Echenique, etc., después de haberse arrellanado y arregostado en las alfombras de Bruselas, en hoteles de cinco estrellas y en aviones en clase Vip, volverían a la Puerta del Sol? Esperemos que no y que vayan al Parlamento, no a dar la nota sino a trabajar..., como casi todos los demás.

*Francisco Pallero Clavijo