Los vecinos de Maldonado, núcleo poblacional ubicado en el litoral de Santa Cruz de La Palma, temen por el futuro de medio centenar de viviendas que se encuentran fuera de ordenación y dentro de los dominios de Costas, una situación que en realidad se remonta a 2002, aunque una parte de los afectados ni tan siquiera era consciente de su situación y se han dado cuenta de la misma cuando desde el ayuntamiento se ha negado la ampliación de un taller y se ha informado por parte de los técnicos municipales de que previsiblemente la zona quedará fuera de la revisión que ahora se tramita del Plan General de Ordenación.

Convocados en la plaza de Maldonado, algunos vecinos acompañaron al concejal de Ciudadanos, Juan Arturo San Gil, en la exposición sobre cómo quedan las viviendas afectadas por el deslinde marítimo-terrestre. Los residentes expresaron sus temores: "¿Habrá o no derribos?", preguntaban. Ahora que conocen su situación, "y aunque no haya pasado nada desde 2002", sienten que en cualquier momento puedan perder sus propiedades. "No sabemos qué pasará en un futuro", respondía el edil que les acompañaba. Aunque la realidad es que no existe ningún expediente abierto para el derribo de construcciones en este núcleo.

Las viviendas "se construyeron antes de que entrara en vigor la Ley de Costas", se afanaban en afirmar los vecinos: "La última edificación se hizo a mediados de los 60", concretan. Esta normativa data de 1988, aunque fue modificada en 2013, un cambio "que tampoco sabemos cómo nos puede afectar". San Gil aprovechó la coyuntura para decir a los vecinos que lo que se ha producido es "una dejadez del ayuntamiento". A propósito, señaló que "en 2002 hubo una propuesta técnica para corregir la situación urbanística de Maldonado, que incluso se aprobó en sesión plenaria y que luego el alcalde en aquel momento, Carlos Cabrera, no fue capaz de presentar ante la Dirección General de Costas".

Tras la explicación del político, los afectados, preocupados, resaltaron que "estamos indefensos", y se mostraron extrañados de que nadie del ayuntamiento "haya venido antes, con todos los años que han transcurrido, para explicarnos lo que ocurre con nuestras propiedades".

El deslinde de Costas no afecta tan solo a las viviendas sino también a toda la zona de desarrollo turístico futuro de la ciudad, con la construcción de un hotel y un recinto ferial, que no se podrán ejecutar. En esta línea, San Gil comunicó que ha presentado una moción solicitando al grupo de gobierno que incluya Maldonado en la revisión del Plan General de Ordenación. "Muchas viviendas se construyeron hace más de 50 años y ya es hora de que se legalice su situación para así acabar con la angustia de las familias que allí residen".