Marea, la coalición entre Podemos, Esquerda Unida y los nacionalistas de Anova, que se ha convertido en segunda fuerza en Galicia y sentará en el Congreso a seis diputados, reclama en su programa electoral un proceso constituyente que incluya el "reconocimiento de las diferentes naciones" que conforman España y el derecho a decidir "en régimen de autodeterminación". Es el mismo pronunciamiento de En Común Podem, en Cataluña, que ha incluido en su programa electoral la reivindicación de un referéndum con "plenas garantías y políticamente vinculante" en relación con el mandato que surja de él.

Para quien tenga el interés de leerlo, en el programa electoral de Compromís-Podemos, la fuerza política emergente en Valencia, y en el apartado "Administraciones públicas eficientes", se propone la "supresión de la administración periférica del Estado en el País Valenciano con el traspaso a la Generalitat de todas sus funciones" y se indica que un nuevo Gobierno de España debe partir del "reconocimiento constitucional de la plurinacionalidad del Estado, además del reconocimiento de que las nacionalidades son sujetos políticos soberanos que tienen derecho a elegir libremente su futuro".

Parece que algunos se han desayunado después de las elecciones con la sorpresa de que Podemos propone la autodeterminación de los pueblos de España. Pero no es tal sorpresa. Los deseos y las intenciones de esta nueva fuerza política y sus diferentes camuflajes locales estaban ya perfectamente claros mucho antes de la convocatoria de las Elecciones del pasado mes de diciembre.

Lo que veremos en las próximas semanas y meses no es, por lo tanto, la construcción de un Gobierno para servir a los intereses urgentes de los ciudadanos españoles, sino las conversaciones para determinar quiénes van a ser finalmente los ciudadanos españoles. Y ya podemos escuchar abundantes pronunciamientos de los líderes nacionales de los grandes partidos en Madrid, en Cataluña, en País Vasco, en Andalucía y en Galicia. ¿Alguien ha escuchado en los informativos nacionales alguna opinión o contribución de los representantes de esos partidos en Canarias?

Seguramente no, porque nadie les escucha fuera de las Islas, que están ausentes desde hace muchos años de cualquier tipo de protagonismo en las decisiones de importancia que se toman a nivel del Estado.

A mi juicio, en Canarias hemos cometido algunos errores importantes. Coalición Canaria ha perdido el apoyo mayoritario de los ciudadanos en las elecciones generales. Y los ciudadanos canarios a cambio han perdido una voz independiente y una fuerza verdaderamente canaria en el Parlamento. Las dos cosas son malas, pero la segunda es mala para todos los ciudadanos de las islas de cualquier opción política.

El nacionalismo de izquierdas de Galicia, Valencia y Cataluña ha forjado una alianza con la nueva fuerza emergente en la izquierda del PSOE para promover la autodeterminación de los pueblos de España. Es un proceso al que se han sumado ya otras fuerzas nacionalistas que antes fueron moderadas, como Convergencia Democrática de Cataluña, y al que previsiblemente se sumarán otras que antepondrán la oportunidad de conseguir la independencia de España a la pura ideología.

Las Islas Canarias no pueden seguir ausentes de este nuevo escenario. Y los nacionalistas canarios tampoco. Coalición Canaria es un partido nacionalista moderado que considera posible dentro del marco de la Constitución -de la actual y de cualquier otra futura- el desarrollo del pleno autogobierno de las islas. Nuestro nacionalismo no plantea romper con las reglas del pacto social, ni que estas las cambien unos pocos, aunque sean mayoría en un territorio del Estado, sino que se mueve dentro de ellas. Pero siempre hemos ambicionado una mayor independencia fiscal y, sobre todo, la consolidación de las singularidades y especificidades canarias al máximo nivel dentro de un nuevo texto constitucional.

La clave de nuestra diferencia es la igualdad. Puede ser paradójico esto que digo, pero lo que queremos no es ser ni mejores que otros ni superiores a otros territorios. No queremos tener más derechos o más cosas que los demás. Queremos ser tratados iguales, y para eso nos tienen que tratar diferente. Ni más ni menos.

Pero nada de ello será posible si la presencia y el peso político de Canarias no crece en las instituciones del Estado y en los lugares en donde se toman las decisiones de importancia. Nadie nos hará el caso.

¿Debe Coalición Canaria reinventarse desde el punto de vista de su imagen ante los ciudadanos? Probablemente sí. Pero mucho más importante es que el nacionalismo canario, del que Coalición es pieza fundamental, debe repensar cuáles son sus estrategias en un escenario totalmente nuevo. Porque es posible que se esté construyendo un nuevo futuro, pero lo que es seguro es que se está haciendo sin que Canarias pinte lo más mínimo.

*Presidente del Cabildo de Tenerife