El candidato a la Presidencia de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha presentado un programa calcado al de Artur Mas, que incluye "estructuras de Estado" como aduanas, un Banco Central de Cataluña o una hacienda y seguridad social propias, así como un proceso participativo para articular una "constitución catalana".

"El candidato no es el mismo, el programa sí", ha remarcado Puigdemont en su discurso en el Parlament, en el que ha fijado las prioridades de su plan de gobierno para ser investido presidente esta noche con los votos de Junts pel Sí y la CUP.

El todavía alcalde de Girona, que abandonará este cargo para ser president, ha fijado sus prioridades de gobierno para "un país más justo y equitativo, con más trabajo, y más transparente y participativo", punto este último al que ha dedicado menos tiempo, y sin entrar en la corrupción.

Su norte es culminar el proceso hacia la independencia y, en este sentido, ha aseverado que cumplirá con los pasos que fija la declaración rupturista del pasado 9 de noviembre aprobada en el Parlament con los votos de JxSí y la CUP.

Puigdemont ha prometido iniciar de forma inminente el proceso participativo para que los ciudadanos hagan aportaciones a una futura "constitución catalana", como fase previa a su tramitación en el Parlamento catalán.

Impulsará, asimismo, el diseño definitivo de las denominadas "estructuras de Estado", entre las que ha destacado como prioridad la "Agencia Catalana de la Seguridad Social", desde la que "se articularán las políticas sociales del futuro Estado catalán", así como la "hacienda propia", "un Banco Central de Cataluña" e incluso "aduanas".

Otra de las prioridades, ha dicho Puigdemont, será la tramitación en el Parlament de la ley de proceso constituyente, que permitiría impulsar la futura ''constitución'' en la Cámara tras la fase participativa de la ciudadanía.

Y la ley de "transitoriedad jurídica", que es la normativa que permitiría hacer el eventual traspaso sin vacíos legales del ordenamiento jurídico español al catalán.

Para el futuro president, también será clave la "plena internacionalización del proceso de constitución del futuro Estado", que ha afirmado que quiere hacer de forma dialogada con el Gobierno central, la UE y la comunidad internacional.

En la carpeta social, Puigdemont adoptará el plan de choque social acordado entre JxSí y la CUP, aplicando de inmediato las medidas más urgentes en materia de vivienda y pobreza, aunque por el momento no tiene garantizados unos presupuestos de 2016, a la espera de los movimientos de la CUP.

El futuro president también se ha comprometido a preservar el modelo de escuela educativa "inclusiva" y a garantizar el acceso a la cultura en igualdad de condiciones.

El candidato ha asegurado que trabajará para tener "más y mejor trabajo", adaptar la FP al mercado del empleo y contribuir a ayudar a las pymes, entre otras medidas.

También ha proclamado un pacto nacional sobre el agua ante los planteamientos del Estado en los planes hidrológicos, que ha considerado "anacrónicos".

Puigdemont ha remarcado que Cataluña se debe reforzar como un "país de buenas prácticas" a través de la elaboración de marcos legales siguiendo el mandato del Parlament.