Madrid incumplió en 2015 por séptimo año consecutivo el tope permitido por la UE en los niveles de contaminación por dióxido de nitrógeno, ya que 13 de las 24 estaciones de medición de calidad del aire superaron los 40 microgramos por metro cúbico de esta sustancia y otras cuatro se quedaron al borde.

Estos datos, que constan en la web del Ayuntamiento de Madrid, muestran que el 2015 fue un año negro para la contaminación, pues se superaron los índices del ejercicio anterior, cuando seis estaciones rebasaron los máximos europeos.

Las circunstancias climatológicas sacaron a la luz las grandes emisiones de la ciudad, con una media global de 41 microgramos de dióxido de nitrógeno por metro cúbico.

Ante estos datos, la organización Ecologistas en Acción advierte de que la contaminación es un problema endémico de las grandes ciudades contra el que hay que aplicar con urgencia reformas estructurales y modificar las pautas de movilidad no sólo en la capital sino en toda la región, pues buena parte de los coches que acceden a Madrid proceden de los municipios de alrededor.

En 2015 se activaron por primera vez restricciones al tráfico, y si el 12 de noviembre quedará para la historia como el primer día en que los coches no pudieron rebasar los 70 kilómetros por hora en la M-30 y los accesos a Madrid, el día siguiente se prohibió el aparcamiento en la almendra central de la ciudad a los no residentes.

El Ayuntamiento de Madrid prevé aprobar en este mes de enero el nuevo protocolo anticontaminación -más restrictivo que el actualmente en vigor, aprobado en 2015 por el PP- cuyo impulso definitivo en la Junta de Gobierno se ha retrasado ya en varias ocasiones y al que se están haciendo los "últimos retoques", según indican desde el Consistorio.

El documento se llevará "seguro" al Pleno de enero, aunque la concejal delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, "aún no ha decidido" si lo someterá a votación vinculante por parte del resto de grupos (no es obligatorio) como quería en un primer momento o si finalmente lo hará entrar en vigor en cuanto se apruebe en la Junta de Gobierno, según explican fuentes de su departamento.

Ese instrumento servirá para limitar más la circulación de vehículos por el centro de la capital española en momentos de gran condensación de dióxido de nitrógeno u otras partículas nocivas para la salud, pero, advierten los ecologistas, "solo sirve para actuar ante situaciones pico".

Por ello, a juicio de Juan García, de Ecologistas en Acción, el principal reto al que se enfrenta el equipo de Gobierno de Manuela Carmena (Ahora Madrid) es aprobar un plan amplio de calidad del aire que contemple actuaciones a medio y largo plazo para reducir los niveles de polución.

El objetivo que se marcó el gobierno municipal en una comisión de Medio Ambiente del pasado otoño fue el de aprobar en septiembre de este año un nuevo plan de la calidad del aire para el periodo 2016-2020 que permita cumplir con los criterios exigidos por la Unión Europea e incluya, entre otras medidas "ambiciosas y muy efectivas", la mejora de las tarifas de transporte público y más restricciones al tráfico privado.

Aunque preocupados por la mala calidad del aire madrileño, desde Ecologistas en Acción arrancan el año "esperanzados" porque el nuevo Gobierno local "reconoce la contaminación como un problema" mientras que antes se les tachaba de "alarmistas", relata Juan García, que confía en que también la Comunidad de Madrid tome medidas.