Un botín muy valioso en forma de tres puntos se llevó ayer el CD Tenerife del estadio de El Toralín. Y más después de comprobar cómo el cuadro insular se movió como pez en el agua en un terreno de juego impracticable, y que a medida que fue avanzando el partido se convirtió en una piscina donde controlar el balón o circular con él un par de metros era misión imposible. Como se preveía, la lluvia fue a más durante las horas, y cuando comenzó el encuentro ya se sabía que jugar al fútbol había que dejarlo para otro día. Había que adaptarse y sobrevivir a un césped empantanado y que con la virulencia de la lluvia en el tramo de descanso y toda la segunda mitad, solo se podía tirar de intensidad, concentración y oficio, que no es poca cosa para un Tenerife en horas bajas y de capa caída.

Pero los blanquiazules emergieron entre el agua para sumar un triunfo que atisba de nuevo señales para la esperanza. Martí ya tenía claro durante la semana que Suso iba a estar fuera del equipo titular -como así reveló el de Taco al acabar el partido-, y también fue madurando la idea de recuperar los tres centrocampistas. La vuelta de Alberto, tras cumplir sanción, y los condicionantes del campo y del rival reafirmaron la tesis del técnico tinerfeñista, que, eso sí, introdujo una leve variante en su pizarra con "trivote". Con Suso en el banquillo, Omar Perdomo partió de inicio en banda derecha, y Cristo González ocupaba el flanco izquierdo, aunque su cometido en el partido era el de pegarse a Lozano y buscar generar juego ofensivo por el centro de la delantera. Pero el terreno de juego no estaba para lucimientos.

No era el día, y el mismo Cristo, al igual que todos sus compañeros, se metió en faena y supo interpretar de manera efectiva la pelea en el barro. Por su parte, la Ponferradina intentó que el dúo Berrocal-Djordjevic sacara partido de las teóricas dificultades de los visitantes para moverse por un campo impracticable. Pero ni ellos, ni los hombres de los flancos de los bercianos, Acorán y Álvaro Antón, supieron meterle mano a un Tenerife guerrero y eficaz. Los duelos los empezaron a ganar los blanquiazules, con Jorge y Carlos Ruiz mandando atrás; Cámara y Aurtenexe sin complicarse la vida y remando con brío cuando les tocaba fajarse; Aitor Sanz, Vitolo y Alberto, inconmensurables y liderando el cuerpo a cuerpo de los suyos; Lozano y Cristo, rascando lo que podían, y Omar Perdomo jugando como si estuviera en la playa de Las Canteras y dando una demostración de inteligencia y saber estar.

El grancanario hizo un partido mayúsculo, y se deslizó por todas las zonas del campo con una facilidad insultante. Como si jugar con el agua al cuello le recordara esas pachanguitas con los amigos de la infancia a orillas del mar. Con todo, en una primera parte muy disputada, fue el CD Tenerife el que estuvo a punto de golpear la meta local. Dos saques de esquina seguidos hicieron lucirse a Roberto Santamaría, quien primero sacó una mano imposible a un gran remate de cabeza de Jorge, y a renglón seguido, se estiró abajo, pegado al palo izquierdo, para despejar un disparo envenenado de Carlos Ruiz. Omar fue el ejecutor de los dos golpeos desde el córner, y puso dos balones perfectos. Fue la demostración de que el grupo de Martí era mejor. A balón parado y en todas las circunstancias del choque. Lo poco que le llegaba a Dani Hernández era solventado de manera eficiente por el portero insular, dominando el juego aéreo y dando seguridad cuando era menester. 0-0 al descanso y la lluvia que arreciaba para el comienzo del segundo acto. Mismo escenario, con un Tenerife solvente, pero con una "Ponfe" que se estiró algo más. A base de saques de esquina, alguna falta lateral y mucho ímpetu, los locales empujaron un poco hacia atrás al Tenerife, hasta que Martí movió ficha desde el banquillo. Primero Suso y poco después Nano salieron relevando a Cristo y Lozano. Y ambos estuvieron al nivel de competitividad con el que venían jugando sus compañeros que siguieron en el campo. Nano, listo y con las revoluciones perfectas, empezó a moverse entre los centrales del cuadro de Manolo Díaz, y en una de estas, en el minuto 83, persiguió con fe un pelotazo de Carlos Ruiz y cazó a bote pronto un remate que sorprendió a Santamaría. Un gol que lo acredita como un gran delantero y que sirve a la postre para sumar un triunfo que desahoga a los tinerfeños cuando volvían a estar con el agua al cuello en la clasificación.

0-1

PONFERRADINA-TENERIFE

SD Ponferradina: Santamaría(1); Camille(1), Alan (1), Miguel (1), Casado (1); Basha (0), Melero (1); Acorán (1), Álvaro Antón (1); Berrocal (0) y Djordjevic (0). En el minuto 60, Jebor (1) entró por Álvaro; y en el 82'', Pablo Infante (s.c.), por Berrocal.

CD Tenerife: Dani Hernández, Raúl Cámara, Carlos Ruiz, Jorge Sáenz, Aurtenetxe; Alberto, Vitolo, Aitor Sanz; Cristo, Omar Perdomo; y Lozano. En el minuto 65'' Suso Santana entró por Cristo González; en el 70'', Nano por Lozano, y en el 85'' Germán Por Omar Perdomo.

Árbitro: Jorge Figueroa Vázquez (Comité Andaluz). (2). No era un partido fácil de arbitrar por las condiciones del terreno de juego. Pitó sin complicaciones y aplicando muy bien el reglamento en todo momento, siguiendo el juego muy de cerca y estando atento a cada balón dividido. El Tenerife nunca había ganado con este colegiado en las siete veces anteriores que se había cruzado con él, y a la octava lo consiguió. Vieron la amarilla Djordjevic (5''), Jebor (80'') y Pablo Infante (89'') por parte de los locales. Alberto (39''), Aitor Sanz (55'') y Raúl Cámara (89'') fueron los amonestados en el bando blanquiazul.

Gol: 0-1, m. 83: Tras varias disputas en el centro del campo el balón le llega en zona defensiva a Carlos Ruiz, que despeja con buen criterio sirviendo un balón largo hacia el desmarque que había iniciado Nano. El canterano gana al espacio al defensa de la Ponferradina y, algo escorado hacia la derecha, golpea la pelota a bote pronto . El disparo, cruzado a la izquierda de Santamaría, se cuela sin remisión en la meta local.

Incidencias: Encuentro de la vigésima jornada de Liga de Segunda División, Liga Adelante, disputado en El Toralín ante 3.742 espectadores. Unos siete grados de temperatura en una tarde fría en Ponferrada. Una incesante y creciente lluvia acompañó el desarrollo del partido, en un terreno en el que, especialmente en la segunda parte, se hacía muy difícil jugar por el agua acumulada en la superficie. El consejero Corviniano Clavijo y el director deportivo, Alfonso Serrano, vieron el encuentro desde el palco del feudo leonés. El Tenerife vistió su equipación solidaria y la "Ponfe" su indumentaria habitual.