Las bolsas chinas se hundieron hoy de nuevo y el índice general de Shanghái, principal indicador de los parqués chinos, cayó un 5,32 por ciento (169,71 puntos), en 3.016,70 enteros, en su tercera jornada con pérdidas mayores al 5 por ciento en lo que va de año, tras dos desplomes la semana pasada.

El referencial shanghainés, que había iniciado la jornada ya con un descenso del 2,36 por ciento, estuvo oscilando con pérdidas de esa proporción durante la mañana, para llegar a media sesión bajando un 2,4 por ciento, pero su situación se agravó durante la última hora de cotización, y terminó el día sin ver un solo minuto al alza.

En el otro mercado de valores del país, la Bolsa de Shenzhen, el principal indicador local concluyó también la jornada con una caída de un 6,21 por ciento, en 10.212,46 puntos.

El indicador cantonés, que había abierto con una bajada del 3 por ciento, se mantuvo, como Shanghái, oscilando en torno a su nivel de apertura durante la mañana, y llegó con pérdidas del 3,06 por ciento a media sesión, pero duplicó su caída durante la última hora de la tarde, tradicionalmente la más volátil en China.

Después de dos fuertes desplomes en los cuatro primeros días del año, las bolsas se habían estabilizado relativamente el pasado viernes (con alzas de un 1,97 por ciento en Shanghái y de otro 1,2 en Shenzhen) al suspender el regulador chino el nuevo mecanismo interruptor del mercado que estrenó en los cuatro días anteriores.

El mecanismo se había creado porque el pasado viernes expiraba el plazo de prohibición que había marcado en julio pasado para que los grandes accionistas (poseedores de un 5 por ciento de los títulos de una empresa o más) no pudiesen vender sus acciones hasta hoy, por lo que se esperaban para hoy fuertes desplomes.

Cerca de un billón de títulos iban a quedar desbloqueados y, aunque el regulador no esperaba que hubiera ventas masivas, los desplomes del lunes y el jueves de la semana pasada le llevaron a emitir una nueva norma el pasado jueves, que se aplica desde hoy, para seguir limitando la venta de acciones.

Según esta nueva regla, que estará en vigor en la práctica al menos hasta el próximo 11 de abril, los grandes accionistas sólo podrán desprenderse de hasta un máximo del 1 % del total de acciones de una compañía, y cualquier venta además deberá ser anunciada al mercado al menos con 15 días de antelación.

A pesar de estas medidas, las bolsas se hundieron hoy de nuevo, aunque no se han desplomado en picado como la semana pasada, cuando cayeron en ambas ocasiones más de un 7 por ciento. Shanghái perdió un 10 por ciento durante toda la semana, con lo que anuló en cinco días su ganancia de un 9,4 por ciento en todo 2015.