Si el filósofo hispanomusulmán Averroes (s. XII) hubiera proyectado su filosofía al mundo árabe como lo hizo a la cristiandad medieval, el orbe islámico no sería ni parecido al que es ahora. Por lo pronto situó a la filosofía y la razón al nivel de la teología, además de proclamar los derechos de la mujer. En Oriente Medio no hubo Estados en el medievo, sino imperios, reinos y dinastías. A un imperio árabe ya colapsado le sucederá el imperio otomano por cinco siglos, que cederá tras la I Guerra Mundial sus posesiones a Francia y Reino Unido, que trazarán las clásicas fronteras coloniales a tiralíneas. El eurocentrismo achaca al colonialismo los males de todas las épocas; para ello declara a los nativos inexistentes niños sin ninguna responsabilidad histórica, y así será hasta el fin del mundo. Tras siglos de imperios y corto periodo colonial, subyace la memoria de antiguas dinastías y antiquísimos reinos asirios, caldeos, babilónicos, sasánidas, fenicios... Por eso los palestinos eran conocidos como los sirios del sur.

Durante muchas décadas ha existido otra verdad revelada conforme a la cual el problema de la paz mundial o de la región radicaba en el conflicto palestino israelí. Su superación, si definitiva, era fácil de imaginar cuál habría de ser para muchos. Qué solidaridad, qué flotillas tan solo si Israel llegaba a los 2.000 muertos palestinos que estos necesitan para firmar todas las treguas, o sea cuando se han producido los diseñados "genocidios". En Siria vamos por un cuarto de millón, con orgías de crueldad jamás vistas. La vida de los sirios no cotiza en occidente eurocéntrico, barra libre, no hay judíos.

El islam tuvo unos comienzos sumamente belicosos: cuatro descendientes inmediatos del Profeta fueron asesinados, y empezó la división entre el chiísmo y el sunismo. Para entonces la yihad la tenían inventada. Los cristianos necesitaron más de 10 siglos para inventar las cruzadas, y sus orígenes fueron extremadamente pacifistas: se tiraban a los leones, vivían en catacumbas, cenobios, monasterios... El islam en tiempo récord alcanzó Bangladesh y China, y Al-ándalus utilizando métodos que distaban mucho de ser los de los mormones. Se olvida que el islam es del siglo VII y que en Oriente Medio ya había religiones, cristianos de muy distintas obediencias, judíos (que algunos siempre se mantuvieron), mazdeistas, muchos cultos... y un crisol de etnias.

Que se precise la paz en Oriente Próximo no debe ocultar la ingenuidad, el interés o deseos inconfesables. Al parecer el problema verdaderamente gordo era otro.