Jessie Hughes vivirá un mes en el Roque de los Muchachos para intentar atrapar la "personalidad y el espíritu" del Sol, ingredientes con los que creará una escultura seguramente de plástico y con impresión 3D, aunque el material está aún por definir, que se verá enriquecida con el uso de imágenes animadas a través de nuevas tecnologías.

La joven australiana tiene esa visión quizás bohemia de un arte por descubrir, que entremezcla ciencia, tecnología e imaginación (ya se verá qué cantidad de cada cosa), y está plenamente decidida a demostrar todo su talento en esta obra.

Todo parte de una idea del CIT Tedote, que buscaba algo original, innovador, con lo que "vender" La Palma en el exterior. La premisa: repercusión internacional. Y acabó apostando por una iniciativa que apenas tiene un precedente similar, desarrollado en la Antártida. Ese proyecto de los empresarios turísticos, con un presupuesto de 36.200 euros, fue asumido como propio por la Conferencia Internacional de Arte y Tecnología (Technarte) de Bilbao y financiado por el Cabildo palmero, con el apoyo también del Gobierno de España y el CIT. Se creó una beca de residencia artística "Start Technarte La Palma", a la que se presentaron 150 artistas de 40 países de los cinco continentes.

La ganadora: Jessie Hughes, que después de estar durante 30 días en la cima de la Isla tendrá aproximadamente dos meses para presentar su obra, que, según admitió la consejera insular de Turismo, Alicia Vanoostende, ni tan siquiera se sabe dónde se va a instalar. Lo que sí se sabe es que se presentará el día 19 de mayo en Technarte y que luego vendrá a La Palma.

"Estar aquí y quedarte un mes en el Roque de los Muchachos, que tiene el telescopio solar más importante del mundo, es una oportunidad única en la vida". Así de ilusionada se mostró la artista australiana, quien explicó que "lo que pretendo es captar conocimientos y datos (a través de un telescopio) que luego pueda transmitir en la obra. Capturar el espíritu y la personalidad del Sol y plasmarlo en una escultura".

Su proyecto consiste básicamente en eso: una escultura sobre la que se proyectará, gracias a un software, imágenes del "astro rey". Animaciones que fluyen y que se combinarán con audio para "dar vida" a la estructura, sugiriendo que la misma se mueve y se moldea conforme a las visualizaciones.

Las proyecciones serán "con información real, online, que aporta el Sol en cada momento", manifestó la artista, aunque desconoce si esos datos que se visualizarán serán los que logre aglutinar durante el mes de estancia en el Roque o, por el contrario, podrán seguir actualizándose meses después. La realidad es que si ni tan siquiera se sabe dónde estará la obra... Eso sí, defiende que "se trata de convertir los fríos datos en algo cálido, comunicativo y hermoso".

Hughes, nacida en Brisbane y acostumbrada a viajar fuera de su tierra, llegando a estudiar en países tan diferentes como Japón y Estados Unidos, explicó que decidió elegir el Sol para la realización de su trabajo porque "es algo que tenemos ahí todos los días, a lo que nunca le hemos dado un valor, cuando al final es lo que nos está dando la vida y la energía".

Quizás por ello su intención es que "el alma del sol -sus fascinantes procesos internos- tome otra escala y sea transformada en una estructura cercana para el ser humano", ha asegurado su creadora.