Estar en División de Honor de categoría nacional de cualquier deporte de equipo es muy difícil en España. Y si se trata de un equipo femenino, probablemente tenga aún más mérito. Y si es un equipo canario, aún debe de tener más reconocimiento social. Y si nunca ha habido en esa categoría máxima ningún equipo en la historia de ese deporte femenino, la hazaña no cabe más que calificarla de heroica.

Así es como hay que adjetivar la actual situación del Granadilla Egatesa Tenerife Sur, club que compite en la División de Honor español de fútbol femenino.

Y no ha sido fácil. Tras un primer intento de ascenso a la División de Oro, a finales de junio se completó una temporada perfecta. Llegó el tan deseado ascenso y la difícil planificación de la temporada 2015/16. Normalmente, el primer año de competición en una categoría superior es muy complicado, ya que muchos de los parámetros cambian. Hay equipos muy superiores a priori respecto a los demás, están ya asentados en la máxima categoría y sus jugadoras son experimentadas.

La decisión no suele ser fácil. Hay, fundamentalmente, dos opciones: la primera es mantener el bloque numeroso con las jugadoras que han logrado el ascenso -y, además, premiarlas justamente por haberlo conseguido- y realizar dos o tres fichajes importantes, como fueron María Estella y Paloma Lázaro. La segunda es hacer una reconversión prácticamente total.

El Granadilla Egatesa, que es, junto a Las Palmas en la temporada 2010/2011, el único equipo canario de la historia en participar en la División de Honor de fútbol femenino, ha completado el primer tercio de temporada con muy buenos resultados. Está asentado actualmente en puestos que pueden, si los resultados siguen acompañando, darle un puesto entre los ocho primeros, y la posibilidad de disputar la ansiada Copa de la Reina.

La Junta Directiva, presidida por Sergio Batista, ha hecho y está haciendo una gran labor, desde el punto de vista de coordinación y presupuestaria, así como técnica. El último y reciente fichaje, la internacional costarricense, la central Wendy Acosta, que se estrenará con el equipo probablemente este mismo fin de semana, augura ser un pilar básico en el Granadilla Egatesa.

La afición, elemento muy importante en cualquier club, está con el equipo. Está apoyado en toda la isla de Tenerife. Sus partidos en casa, en El Médano, son seguidos con pasión por sus seguidores. Y cuando, en alguna ocasión, como con el líder, el Atlético de Madrid, se ha desplazado a Santa Cruz de Tenerife, en concreto al campo de La Salud, el lleno fue completo.

Por otro lado, hay que indicar que la máxima competición femenina de fútbol español vuelve a tener una cita semanal televisiva, tras el acuerdo entre la Liga y Bein Sports rubricado la semana pasada.

El deporte femenino tinerfeño ha destacado en varias especialidades tanto individuales (la gimnasta Ana Bautista, entre otras) como de equipo (las míticas temporadas del Marichal Tenerife en el voleibol europeo, por ejemplo).

Esperamos y deseamos que el Granadilla Egatesa Tenerife Sur complete con seguridad este primer año en la Primera División española.

*Presidente de TuSantaCruz