El paso del tiempo y la evolución tecnológica han hecho que las palomas mensajeras hayan pasado de ser el "internet de la antigüedad" a competidoras deportivas capaces de cubrir insólitas distancias para regresar a sus casas con sus entrenadores. De entre todas las que atraviesan los cielos con su particular GPS en la cabeza, las mejores de España compiten hasta el domingo en Huesca para alzarse con los títulos que las acreditarán como campeonas de la Península Ibérica en diferentes categorías.

Alrededor de 300 de estas aves, procedentes de las distintas federaciones regionales españolas, serán examinadas por los jueces en busca de las 15 o 16 que competirán con las ganadoras de la exposición nacional llevada a cabo en Portugal, país situado en la elite de la colombofilia.

Huesca será el marco de la 41 Exposición Nacional de la Paloma Mensajera y de la XVII Exposición Ibérica y principal punto de atracción para los aficionados a este arte de cría y entrenamiento, cuyo origen sitúan los expertos en el antiguo Egipto.

El presidente del Club de Colombofilia de Huesca, José Manuel Carcasona, asegura que hasta la aparición del telégrafo, en el siglo XIX, la paloma mensajera era el sistema de comunicación más rápido. Internet ha "relegado" a estas aves a un ámbito solo deportivo que atrae a miles de personas de todo el mundo, mueve mucho dinero y no es ajeno a las apuestas. Ejemplares con un linaje o pedigrí acreditados pueden alcanzar un precio de 15.000 euros, cifra irrisoria en comparación con los 350.000 que se han llegado a pagar en China. Existen palomas capaces de cubrir 1.000 kilómetros de distancia en tan solo once horas, a una velocidad media de 70 a 80 kilómetros por hora. Carcasona asegura que resulta "difícil" para los criadores explicar la emoción que les provoca la aparición de sus palomas sobre el horizonte tras un largo viaje.