El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado este martes que, al igual que "todos los españoles", comparte con el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, el "desconcierto" por la decisión del PSOE de prestar escaños para que ERC y Democracia y Libertad puedan conformar grupo parlamentario en el Senado.

"Me gustaría que nadie piense que los españoles ni son tontos ni ingenuos. Nada se hace a cambio de nada y, por tanto, esta práctica de retorcer el Reglamento a conveniencia del Congreso y del Senado, y se lo dice alguien que ha sido senador, debiera acabarse en España", ha sentenciado García-Page preguntado al respecto tras la firma del Plan Adelante con la patronal y los sindicatos CCOO y UGT.

A su juicio, "no vale el hecho de que lo ha haya hecho todo el mundo". "Eso no sirve como excusa", ha indicado el presidente castellano-manchego. "A ver si la única rutina que mantenemos es la que hay que desterrar", ha apuntado García-Page, quien ha aclarado que con sus palabras no quería hacer "una crítica específica" a la Ejecutiva Federal del PSOE.

DOS O TRES INDEPENDENTISTAS

Dicho esto, García-Page ha abogado por buscar "entre todos" una solución al conflicto planteado en Cataluña, por lo tanto ha dicho que él no está "en actitud pasiva y de esperar a ver si el tiempo lo arregla". "Valoro bien que el PSOE sea un partido dispuesto a ser permeable a todas las sensibilidades, pero tengo claro que la peor manera para arreglar o para afrontar el órdago de los independentistas en Cataluña es tenerlos como una hipoteca".

"Para poder hablar de tú a tú con quien quiere irse de España, de entrada no hay que depender de su voto ni de su silencio", ha destacado el líder de los socialistas castellano-manchegos, quien ha insistido en que "si algún día hay un gobierno en España que depende de las dos o tres abstenciones o de los silencios de los independentistas, nos puede terminar pasando que tres diputados independentistas decidan la gobernación del país".