La medicina homeopática es muy interesante y con varias ventajas. En primer lugar, es muy segura, ya que los medicamentos homeopáticos no generan efectos secundarios importantes y por esto se encuentran indicados en población de riesgo, como son las mujeres embarazadas, los bebés y las personas mayores. La homeopatía además no induce resistencia a los medicamentos y el tratamiento homeopático no crea virus y bacterias más peligrosas, sino todo lo contrario: promueve el sistema defensivo. Ahora bien, para conseguir sus ventajas se necesita un diagnóstico médico; por esto es muy conveniente que la práctica de la homeopatía sea practicada por médicos.

La homeopatía ha sido considerada por la Organización Mundial de la Salud como una medicina tradicional, es decir, sujeta a una tradición médica que tiene centenares de años. Ahora bien, ¿qué estudios científicos, además de su práctica, la avalan en este campo? Existen muchos estudios y citaré algunos: dolor asociado con lactancia, problemas con el cuello del útero durante el parto, infecciones por hongos vaginales, tratamiento posparto, infecciones en el embarazo y mastitis.

En la práctica los ginecólogos, comadronas y médicos de familia valoran, cada vez más, la conveniencia de los medicamentos homeopáticos como tratamiento complementario para los trastornos durante el embarazo, pues han podido comprobar su eficacia, seguridad y utilidad en la preparación y recuperación del parto. De hecho, durante el embarazo muchos medicamentos denominados como de síntesis (fármacos convencionales) están contraindicados y, sin embargo, se permite el uso de medicamentos homeopáticos, tanto para cuadros sencillos generales como para aliviar una tos, gripe, anemia o cistitis. También para mejorar y aliviar algunos malestares típicos del embarazo (náuseas, calambres, ardor de estómago, piernas pesadas, etc.) que a veces son muy desagradables, la homeopatía puede ayudar.

En relación al embarazo, puede ser una buena opción en diferentes momentos: antes, durante y después, tanto en el posparto como durante la lactancia. Antes, para facilitar que la pareja se encuentre en las mejores condiciones físicas y emocionales, para tratar un problema de fertilidad que pudiera presentarse. Para utilizar medicamentos como Sepia Officinallis, que ayuda a aumentar la líbido en los hombres y a mejorar la fertilidad, en la mujer también para estos problemas y en algunos casos de ovarios poliquísticos. Sabina, en abortos de repetición; Aurum Metallicum, en casos de endometriosis, o Selenium, para mejorar la calidad de los espermatozoides, entre algunos ejemplos. Estos son muy típicos para estos casos, pero también puede haber otros, pues para cada enfermedad existen diferentes medicamentos, al ser la homeopatía una medicina personalizada que considera las características emocionales, mentales y psicológicas de cada paciente, a la hora de elegir el medicamento más adecuado.

Otro aspecto interesante es la preparación al parto y se facilita la dilatación, deshace la rigidez del cuello, previene las hemorragias y/o disminuye el sangrado y alivia los dolores, con medicamentos como Caullophyllum y Actea Racemosa, entre otros.

Cuando la mujer está embarazada o después del parto pueden aparecer problemas de nerviosismo, insomnio, ansiedad y depresión. En estos casos el tratamiento homeopático estará muy indicado en todas las ocasiones. Pudiendo complementarse con tratamientos farmacológicos, pero en este caso van a ser necesarias dosis menores de fármacos. Esto es una ventaja, pues estos medicamentos pueden generar somnolencia, irritabilidad, etc., y ello no ocurre al utilizar medicamentos homeopáticos.

Durante el periodo de lactancia, la ayuda puede darse en situaciones de poca producción de leche (medicamentos como Ricinus, Bryonia, Ignatia, etc.) y también cuando existe un exceso de producción láctea, con congestión mamaria y el consiguiente dolor, así como en mastitis (donde ayudarán Bryonia, Phytolacca, etc.)

Resumiendo: la homeopatía previene y limita los problemas asociados al embarazo y al parto, y con muy pocos o nulos efectos secundarios. Gracias a ello también la madre se puede restablecer más pronto después del nacimiento del bebé. En este sentido cumple con su misión esencial de prevención y de promoción de la salud.

*Médico pediatra.

Vicepresidenta de la Asociación Médico-Homeopática de Santa Cruz de Tenerife