Tiene claro que el patrimonio cultural canario es único, que hay una diferencia notable entre la teoría y la práctica y que en el Archipiélago no existen varias velocidades en materia patrimonial, sino realidades distintas. Miguel Ángel Clavijo Redondo, director general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, cree fundamental que haya una buena cohesión con los cabildos para desarrollar políticas eficaces que, a su juicio, se deben alejar de las guerras partidistas. "Las ciudades que más cariño han dedicado a la defensa de su patrimonio hoy en día son ciudades más felices", asegura el también profesor de Patrimonio Cultural de la Universidad de La Laguna.

¿Qué objetivos se ha fijado en este ciclo político?

Para conocer el patrimonio cultural canario hay que conocer historia. Sin esa premisa, dándole la espalda a la historia de Canarias, es muy complicado interpretar lo que estás viendo. Ese es un reto que nos hemos marcado para el final de esta legislatura. No podemos estar satisfechos con algunas decisiones que se tomaron en el pasado y que únicamente sirvieron para destruir una parte importante de nuestro patrimonio.

¿Y cómo se pueden justificar esas pérdidas?

Santa Cruz, por ejemplo, ha sido una ciudad muy maltratada desde el punto de vista patrimonial. Los daños ocasionados en el pasado en puntos estratégicos de la única plaza invicta de la monarquía hispánica mermaron muchísimo su riqueza en esta materia. Sin querer herir a nadie, es obvio que los chicharreros no hemos sido sensibles con nuestra historia. Por perder hemos perdido hasta el contacto directo con el mar... El Castillo de San Cristóbal fue destruido en los años 20 del siglo pasado. Algo parecido ocurrió con la batería del Bufadero o la de San Francisco. ¿Por qué ha ocurrido esto? ¿A qué se debe esta confabulación maquiavélica para borrar esos registros de la historia? Lo que sucedió es que esa ausencia de sensibilidad estaba conectada con el escaso conocimiento que se tenía de nuestra historia.

¿Algunos creen que falta cohesión entre las administraciones y que en políticas patrimoniales las Islas se mueven a distintas velocidades?

Yo no creo que existan diferentes velocidades, pero sí distintas realidades. El patrimonio cultural canario es único. En esta legislatura tenemos una buena oportunidad para ser muy ambiciosos en esta materia, ya que nunca antes hubo tan buenos equipos políticos y técnicos en los siete cabildos.

¿Usted es de los que se "patean" los yacimientos?

Ya lo hacía por mi actividad profesional en la ULL y lo hago en la actualidad porque la alta inspección es una de las obligaciones del Gobierno de Canarias. Hace unos días realizamos una visita a San Marcial del Rubicón (Yaiza) porque teníamos noticias de que ese yacimiento se encontraba en una situación preocupante. Conocer los problemas sobre el terreno es básico para poder rentabilizar la labor de los equipos técnicos.

¿Cuál es el papel que deben jugar las universidades en estas nuevas estrategias de trabajo?

Las universidades canarias llevan muchos años comprometidas con la defensa del patrimonio cultural canario. De hecho, la mayoría de las personas que estamos ocupando cargos de responsabilidad que afectan a estos asuntos somos hijos de la universidad o en muchos casos seguimos trabajando en ella. La generación que ahora tiene que asumir estas responsabilidades político-técnicas es la más preparada de los últimos años. Además, estamos trabajando en un proyecto que daremos a conocer un poco más adelante.

¿Puede adelantar algo?

La Orotava albergará este año el I Congreso de Museos de Canarias que va a presidir Antonio Tejera y cuya secretaría general ocupará Fernando Estévez. La cita se va a llamar "Entre canarios" y en ella se van a congregar grandes especialistas. Este encuentro no nace con el propósito de decir lo guapos que somos, sino para hacer autocrítica de lo que ha pasado en este Archipiélago desde que es Comunidad Autónoma.

¿Qué percepción tiene de nuestra realidad museística?

No es mala, pero sí mejorable. En los museos hay que poner orden y ser críticos, aunque eso no significa que tengamos que flagelarnos por gusto. Eso lo tenemos que hacer entre todos porque no podemos dejar que papá gobierno lo arregle todo... Los primeros interesados en potenciar esa realidad museística son los cabildos y entre todos debemos marcar las reglas. ¿Cómo es posible que en un territorio con estas particularidades no exista un museo del turismo?

Igualmente se echan de menos espacios dedicados a canarios tan ilustres como Teobaldo Power.

Falta ese y otros pocos... ¿Pero por qué no se conoce a Teobaldo Power? No se sabe nada de él porque se desconoce la historia. De la misma manera que los canarios desconocen la profundidad de la obra de Pérez Galdós, a mi juicio el canario más universal de nuestra historia. Siendo tremendamente benévolo, yo creo que se lee más bien poco a ese y a otros grandes referentes literarios de las Islas. ¿Pero la gente conoce al doctor Chil, tiene alguna referencia de Bethencourt Afonso, sabe algo de Cuscoy? A mis alumnos les digo que el que quiera conocer Historia de Canarias está obligado a conocer Historia de España y, sinceramente, ahí existe un déficit.

¿La política puede condicionar el patrimonio de un pueblo?

En la actualidad existen grupos emergentes que están haciendo un uso indebido del patrimonio cultural de las Islas. Su visión de nuestra historia es bastante "light" y esa reinterpretación conlleva algunos peligros que se deben corregir o cortar de raíz. El patrimonio cultural se debe mantener alejado de las guerras partidistas.

¿Hay que ponerle coto a los expoliadores?

La ley nos obliga a ello, pero cada vez hay menos...

¿Qué medidas se van a articular para extremar la vigilancia?

Aquí no tenemos los problemas que han trascendido en zonas de Andalucía, pero aún teniendo un escenario distinto queremos establecer una dinámica de trabajo conjunta en la que participen agentes del Seprona (Guardia Civil) y de la Policía Canaria.

¿Somos tan celosos de nuestro pasado; creemos ver un tesoro que debe pasar a la posteridad donde solo hay un recuerdo?

Sí (silencio)... Eso es mucho más frecuente de lo que algunos creen. A veces caemos en un romanticismo digno de la "Ilíada" que carece de un valor histórico.

¿Pero no hay cuevas perdidas en las que hay cientos de momias por descubrir?

Eso solo está en alguna cabeza fantasiosa a la que hay que prestarle la atención que se merece, es decir, ninguna.

Hablando de fantasía, ¿qué le transmite el hecho de que Pepe Dámaso haya donado su obra a los canarios?

Me alegra que haya sacado este asunto no solo por la dimensión del personaje por el que me está preguntando, sino por la mejoría que ha experimentado su salud en las últimas fechas. Su gesto es inusual y el desafío tremendo, ya que estamos hablando de un material inmenso. Pepe Dámaso se ha perpetuado en el tiempo al donar generosamente su obra. No tenía necesidad de ello, pero su gesto certifica el calado humano que tiene otro canario que ha alcanzado la categoría de universal por méritos propios. Cualquier estudioso que quiera conocer la Historia del Arte en Canarias durante el siglo XX irremediablemente va a tener que recurrir a estos fondos. Yo no sé cómo calificar su generosidad, pero vamos a custodiar con mimo su legado. Su obra es archipielágica y se separa de todo lo que conlleva el insularimo.

¿No tiene la percepción de en ocasiones el patrimonio arqueológico solapa o anula lo que se hace en otros campos?

Sí, pero estamos tan deslumbrados con nuestro riquísimo patrimonio arqueológico que no hemos sabido ver y valorar el etnográfico. Tampoco el industrial, que es uno de los valores que queremos potenciar en los próximos años. Esos apartados son tan importantes como el arqueológico; menos delicado, pero con un valor notable. Ahí es donde se están cometiendo errores graves en materia de formación. En la escuela no se le da al patrimonio etnográfico la importancia que merece y esto es fundamental para reconocer de dónde venimos, ya que lo que se desconoce no se valora y por consiguiente no se aprecia: esta es una realidad que debemos mejorar fundamentalmente en las aulas.

Un activo económico

Clavijo Redondo asegura que "el patrimonio cultural no representa una carga económica, sino una riqueza... Tal vez sea el principal activo económico del que dispone nuestra comunidad", argumenta al tiempo que defiende "el fomento de un turismo alternativo que ayude al sostenimiento de edificios amenazados de desaparición, combatir el paro o mitigar el efecto de la despoblación".

Nuevas herramientas

Miguel Ángel Clavijo sostiene uno de los esfuerzos que está realizando este gobierno consiste en visitar cada una de las Islas para presentar su proyecto en esta materia. "A partir de ahí queremos crear sinergías -redes sociales, grupos de WhatsApp u otros canales- para definir unas estrategias conjuntas. Hay que sumar las ventajas que nos da contar con buenos profesionales y unos medios más avanzados y rápidos que los que existían en el pasado", agradece. Esa mejor comunicación permitirá crear nuevas unidades de patrimonio municipal (Mogán) o el desarrollo de nuevas cartas arqueológicas para facilitar el trabajo de los especialistas".