El Mirador de Humboldt, en La Orotava, sufre desde hace 17 años un infortunio tras otro y el recinto aún sigue sin levantar cabeza. Unas obras interminables, polémicas y pleitos no han dado tregua, desde 1999, a la atalaya desde la que el naturalista alemán Alexander von Humboldt admiró el Valle de La Orotava en 1799. Desde julio de 2014, este mirador de más de un millón y medio de euros está cerrado e intervenido por orden judicial mientras varias empresas esperan para gestionar un espacio público que podría ser una mina y hoy solo es un pena.

El nuevo mirador de Humboldt se inauguró, con muchas críticas por su diseño arquitectónico, en diciembre de 2010 tras más de 11 años de obras, polémicas y retrasos. Tras apenas tres años y medio en funcionamiento, y más polémicas, pleitos laborales y cambios irregulares en su gestión, se cerró e intervino en julio de 2014 por orden judicial. Y así lleva ya un año y medio. A la espera de la lenta justicia.

El Cabildo comenzó las criticadas obras de reforma de este emblemático mirador en 1999 y las concluyó oficialmente en 2005. El ayuntamiento asumió la instalación y la adjudicó, en 2006, a la empresa Teidesoft. Pero su costosa y controvertida reforma por supuestos defectos en la obra, vandalismo y mejoras y ampliaciones retrasó su apertura cuatro años, hasta el último mes de 2010, tras una discutida modificación del contrato.

El PSOE villero siempre ha considerado que aquel "contrato que se formalizó en 2010 con Teidesoft fue un auténtico disparate y un atentado al interés general del municipio, aprobado por CC y PP: 30 años de concesión con un periodo carencial de 5 años sin pago alguno y con una renta mensual de apenas 1.500 euros a partir del sexto año".

Según los socialistas, "con estas condiciones se pretendía compensar un gasto desmesurado de la empresa en obras y trabajos realizados sin ningún control ni permiso municipal y, por lo tanto, totalmente ilegales". El PSOE considera que "por aquel sinsentido tenemos ahora unas instalaciones turísticas cerradas a cal y canto, que ofrecen una imagen lamentable a los visitantes a La Orotava".

El alcalde villero, Francisco Linares (CC), explica a EL DÍA que el mirador "sigue intervenido judicialmente, a la espera de la resolución de un contencioso del concesionario, por problemas internos, y de una demanda de los trabajadores. Una vez que la justicia resuelva, nuestra intención es volver a sacar el mirador a concurso público en el menor plazo posible, ya que hay varias empresas interesadas en su gestión".

"El Ayuntamiento de La Orotava es ajeno, absolutamente, a ambos pleitos. Y es una pena, porque el mirador tiene muchas novias esperando. Hay empresas importantes que tienen interés en optar a ese concurso que esperamos poder sacar adelante este año, aunque dependemos de que la justicia resuelva esas cuestiones que son meramente empresariales", detalla el alcalde.

Linares lamenta que "después de haber esperado tanto para que terminaran las obras, después de que el primer concurso quedara desierto y se lograra adjudicar... la empresa que lo gestionaba tuvo un quebranto económico interno, una demanda, y desgraciadamente el asunto está como está. Desde que se aclare todo judicialmente, de forma inmediata vamos a convocar el concurso porque, insisto, hay empresas solventes interesadas y ese mirador se vende solo".