El sábado 28 de enero de 2006, el Tenerife fue noticia por dos asuntos: la reunión de empresarios en un restaurante de El Sauzal que definió el origen del consejo de administración que todavía preside Miguel Concepción, con la creación paralela de la desaparecida Promotora, y la disputa del partido de la vigesimosegunda jornada de la Liga 2005/2006, una fecha que llevó al equipo entrenado en ese entonces por David Amaral al estadio del Gimnástic, próximo rival del actual Tenerife.

Aquella fría tarde en el Nou Estadi quedó grabada para siempre en la memoria de un jugador que, diez años después, pertenece a la plantilla blanquiazul. No es otro que Ricardo León (8-2-1983), que vivió su debut con el primer equipo del Tenerife un día como el de hoy, hace justo diez años.

Fue David Amaral, gran defensor de la cantera en cada una de sus etapas en el banquillo del representativo, quien le dio la oportunidad a un centrocampista desconocido fuera del circuito regional y de Tercera. De hecho, había empezado a ejercitarse con los profesionales apenas 18 días antes. Ángel Rodríguez, Jonás y Ricardo tuvieron el privilegio de pasar del "B" al primer equipo el 10 de enero.

Al día siguiente, los tres participaron en un encuentro amistoso disputado en el Heliodoro Rodríguez López con el Munich 1860 como rival. Superaron la prueba -Ángel marcó un gol- y siguieron trabajando a las órdenes de David.

Esa misma semana, Ricardo ofreció sus primeras declaraciones a los medios de comunicación. "Desde el primer momento me he sentido como uno más en el vestuario. Para mí, estar aquí es lo más grande, porque la ilusión de uno siempre fue defender la camiseta de este equipo", confesó tras una práctica en El Mundialito.

Poco después llegó un encuentro oficial de Liga, y tanto Ricardo como Ángel entraron en la convocatoria. El delantero fue el único de los dos que debutó en esa cita con el Real Murcia. Además, redondeó la victoria local con un gol (3-1) mientras su compañero era testigo desde el banquillo.

Siete días más tarde, esta vez en el campo del Albacete, ocurrió algo similar. Ángel tuvo minutos como reserva y Ricardo no pasó del calentamiento en un choque que acabó con derrota para el Tenerife (3-2).

Al fin, León pudo cruzar la línea en la jornada posterior, en una visita al Nástic que terminó sin goles. Antes de viajar, Amaral confirmó públicamente la presencia del canterano en el "once" inicial. "Creo que está preparado. Ha ido conociendo lo que significa el fútbol profesional, la caseta y el banquillo, y tendrá la oportunidad de debutar. Espero y deseo que le salgan bien las cosas", declaró el técnico, que ese domingo no pudo contar con el mediocentro Cocito y que se decantó por una alineación formada por Kelemen, Moya, Bertin, Almirón, Roberto Carlos, Cristian Álvarez, Ricardo, que no fue sustituido, Jesús Vázquez, Toni Moral, Ayoze García y Toñito. Ángel, William y Héctor también tuvieron minutos, pero como reservas.

Amaral se mostró satisfecho con la actuación del realejero en su primer partido en Segunda División. "Tuvo un desparpajo tremendo y mucha seriedad. Además, no le vi perder ningún balón. Tácticamente es muy bueno", destacó.

Por su parte, el debutante admitió que solo había pasado nervios "al principio", en sus primeros minutos sobre el césped. "Estuve muy tranquilo en todo momento, pensando en que los compañeros me iban a ayudar. Por eso no hubo problemas y solo pasé algunos nervios al principio, aunque era consciente de que no dejaba de ser un partido de fútbol". Ricardo tuvo más. Esa temporada participó en otros dieciséis partidos, catorce como titular. De repente, pasó de ser una promesa de la cantera a tirar del carro como si de un veterano se tratara en una situación delicada, pues el Tenerife compitió en la segunda vuelta por evitar el descenso a la Segunda División B.

Ricardo aprovechó su oportunidad, al igual que Ángel, y se ganó su continuidad en el club con un contrato profesional. En total, ha protagonizado 235 intervenciones en encuentros oficiales. Todo empezó un 28 de enero en Tarragona hace justo una década.