Sin que estén del todo claras las circunstancias de su fallecimiento, y sin familia, al menos conocida, María Lastenia del Pino Rodríguez se convirtió el 27 de enero de 1916 en la primera persona enterrada en el cementerio que, por ese motivo y desde ese momento, lleva su nombre: Santa Lastenia.

Ayer, cien años después de esa primera inhumación, el consistorio conmemoró el centenario del camposanto con un sobrio acto en el que el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, avanzó que, aprovechando la efeméride y ante la creciente demanda para inhumar cenizas, está previsto habilitar durante los próximos meses una zona con nichos pequeños (columbario) en los que poder depositarlas.

El de San Luis, en La Laguna, cuenta desde 2012 con una zona específica, el jardín de las cenizas, para dejar allí este tipo de restos.

El regidor de la capital también indicó que está previsto aumentar la dotación actual de cámaras de videovigilancia y la realización de distintas obras de reforma y mantenimiento en edificaciones, jardines y viarios.

Y detalló que se trasladarán los restos del panteón de personajes ilustres, ubicado en la parcela 122 y que se ha quedado pequeño, al panteón en el que reposa el exalcalde del municipio Santiago García Sanabria.

"Es obligación de todos no olvidar a sus muertos", enfatizó José Manuel Bermúdez.

Antes, el historiador Sebastián Matías Delgado había desgranado los detalles que llevaron a elegir los terrenos que hoy ocupa el camposanto de la capital.

La construcción del recinto se remonta al año 1896, época en la que el cementerio de San Rafael y San Roque se había quedado pequeño y sin posibilidad de ampliación, al hallarse en el centro de la ciudad. Esa razón, unida a la epidemia de 1893, reforzó la idea de buscar un espacio en las afueras para acometer la construcción de uno nuevo.

Los terrenos adquiridos en 1909 se situaban a un kilómetro de la última casa localizada al suroeste de la ciudad. El montante de 700.000 pesetas fue consignado al arquitecto municipal Antonio Pintor, con el fin de realizar las obras en una superficie de 46.397 metros cuadrados y con una proyección de unas 10.000 unidades de enterramientos, que aseguraba la cobertura de las necesidades para, como mínimo, las siguientes dos décadas.

Desde entonces y hasta la actualidad, Santa Lastenia ha triplicado su capacidad, contando con unas 32.000 unidades de enterramiento.

Además, las instalaciones se han modernizado con la construcción de dos hornos crematorios, en los años 1996 y 2000.

Según la base de datos, en Santa Lastenia se ha enterrado, aproximadamente, a unas 120.000 personas desde su puesta en funcionamiento, una cifra que incluye las incineraciones realizadas en los hornos crematorios.

Se mantuvo a un lado; en algún momento, incluso, con la mirada perdida. Hasta que sonaron los primeros acordes del "Toque de oración", interpretados por la Banda Municipal de Música de Santa Cruz, bajo la batuta de Felipe Neri. Ahí rompió a llorar y casi no pudo parar.

Higinio Gorrín puso la nota nostálgica, sin quererlo, a la celebración del centenario de Santa Lastenia. Ajeno al homenaje, la casualidad ha querido que el nicho de la primera mujer enterrada en el camposanto chicharrero apenas esté a unos 20 metros de distancia del que ocupa, desde hace casi cuatro años, su esposa, Úrsula Ruiz.

Su presencia ayer allí, por tanto, podría deberse a una simple coincidencia. No era así; para él no existen. Es su día a día desde que su mujer falleció en 2012. "Vengo y le hablo todas las mañanas. Aquí sé que me escucha", relata mientras se seca las lágrimas. De fondo suena el "Adiós a la vida", de la ópera "Tosca", de Puccini.