Mary Cañadas es una reina vital, alegre y muy carnavalera. A sus 63 años, se maneja con soltura con el teléfono móvil, respondiendo los mensajes. En la gala de la reina de los mayores del miércoles hizo realidad el sueño de convertirse en reina del Carnaval. "En julio o agosto mi hermano Miguel me planteó presentarme, pero me pidió no regarlo hasta que se completaran los trámites. "Al principio era un sueño, luego, cuando ya me confirmó la inscripción, una empieza a darle vueltas a la cabeza y, tal vez por vanidad piensas: y si fuera reina"... Y así fue.

En realidad, fue la segunda vez que había recibido una invitación para concursar como candidata a reina. Fue Enrique González Bethencourt quien se lo propuso por primera vez. El padre de las murgas de Canarias y fundador de la Afilarmónica Ni Fú-Ni Fá frecuentaba una tienda de productos especializados de arquitectura y pintura, donde Mary trabajaba. "Él era muy aficionado a la pintura. Un día me dijo que si quería representar a la Ni Fú-Ni Fá, tendría yo unos 18 años, pero decliné la invitación argumentando que mi padre no me dejaría. ¡Nada de eso! Era por timidez mía, pero con el paso de los años eso también queda atrás y la vergüenza la repartes", explica con franqueza y naturalidad.

Es carnavalera, no de boquilla, sino de asfalto. Durante cuatro o cinco años militó en la comparsa Los Rumberos, junto al fundador Manolo Monzón, Antonio Alejandro... Ayer agradecía el recordatorio que puso en Facebook el hijo del fundador y actual codirector de la comparsa madre del Carnaval, Juanjo Monzón, quien recuperó una fotografía de un viaje que hizo con Rumberos a Valladolid, recordó en su visita a EL DÍA. "Ha sido todo muy familiar. Me maquilló mi hija, Fayna Cañadas; mi hermano hizo la fantasía y el patrocinador es un amigo de toda la vida", explica Mary, que desde que decidió ser madre dejó la comparsa para sacar a su hija adelante, trabajando primero en el sector de la alimentación y luego como asesora de belleza. Hace dos años se jubiló y ya disfruta de esa entrega, con las ganas de salir en la Cabalgata. "Como el pueblo me anime y me digan guapa o cosas así se me va a hacer corto el trayecto", comenta.