Lo que para Marc Kuhn y Rossana Durán, promotores del Arte-Col, es una expresión solidaria que da pie a un hecho artístico, para Dulce Xerach Pérez, presidenta del Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, es, sin perder ni un solo gramo de esa misma creatividad, una actuación necesaria para agitar los cimientos de una institución que tiene que realizar estas llamadas de atención para que su voz no quede silenciada intramuros. Vida. Eso es lo que se vende estos días en una experiencia multicolor en la que colaboran casi medio centenar de artistas. Aparcados los egos que afloran en las personas que enfrentan sus fantasías a la opinión pública, los pintores que participan desde hace dos semanas en la confección de un "collage" de gran formato que representa una visión aérea de la ciudad tienen total libertad de movimientos.

Un mural como reclamo artístico y algo más... Esa fue la idea de la que tiró la actual junta directiva del Círculo de Bellas Artes para entregar las pinturas y los pinceles a los voluntarios. "No hay dinero para pagar la obra que estamos a punto de culminar", precisó Pérez sobre una aventura que a media mañana de hoy se presenta (algunos de los artistas seguirán trabajando este fin de semana) a los medios de comunicación. Marc Kuhn, por su parte, destaca que "uno de los valores del Arte-Col es la capacidad para ver cómo un grupo actúa sobre un único espacio. En ese sentido, es admirable el respeto con el que cada creador utiliza el espacio asignado (unas noventa cuadrículas). En algunos casos, por ejemplo, realizan una invitación al compañero de al lado para que este comparta tonalidades", puntualiza Kuhn. Su esposa, en cambio, destaca la "vivacidad de colores e incluso de estilos que comparten los autores de las Islas con sus compatriotas mexicanos. Son dos culturas que comparten puntos de vistas", dice Rossana Durán.