La historia se repite. Los jugadores del ADEMI Tenerife, equipo de la Primera División de Baloncesto en silla de ruedas, sufrió en la mañana de hoy otro desplante de una empresa del sector marítimo que cubre el transporte Tenerife-Gran Canaria. El conjunto que entrena Javi Martínez y preside Carlos Correa se disponía a embarcar y cuando esperaban el montacargas que llevara a quienes estaban en sillas de ruedas a la zona de pasajeros se encontraron con la desagradable sorpresa de que los dichosos ascensores estaban estropeados.

Ya les ocurrió en pretemporada, cuando también iban a Las Palmas para jugar un amistoso ante el Sureste, como sucedía hoy. En aquel entonces el equipo se quedó en tierra, lo que comunicaron al rival grancanario.

El viaje de hoy era para afrontar su tercera partido de competición oficial y, si bien es cierto que el equipo logró subir y viajar a Gran Canaria, las formas fueron tercermundistas e infrahumanas, mereciendo todos los calificativos posibles, pues ya la citada compañía marítima se está pasando tres pueblos sin que nadie tome medidas.

Fue lamentable comprobar como los voluntarios que suelen viajar con el ADEMI Tenerife, ayudados por empleados de la compañía, tenían que cargar a la pela a los jugadores sin posibilidad de andar, al tiempo que otros subían a la parte alta sentados de espaldas y ascendiendo escalón a escalón.

El club grabó varios vídeos que recogen esos momentos y es de esperar que los haga llegar a las autoridades competentes para que hagan lo posible por tirar de las orejas a los que tienen la responsabilidad de que los pequeños montacargas de los barcos funcionen correctamente y que son de primerísima necesidad para quienes tienen que acceder al barco sentados en una silla de ruedas.