Se puede decir que el Tenerife ayer dio la cara en Tarragona. Se puede añadir que completó un partido meritorio para no regresar de vacío. Y se puede subrayar que ante un rival de la zona alta los de Martí compitieron cuando peor pintaba la tarde. Pero esos análisis deben llevar el acento en el castigo excesivo que sufrió el cuadro blanquiazul por parte de un colegiado pésimo, que se tragó al menos un penalti clamoroso en el área local por un empujón a Omar Perdomo; y otra posible pena máxima burlada a los tinerfeños de la que se lamenta Antony Lozano por otra acción punible que el asturiano González Fuertes no quiso ver como penalti. Una semana más, el CD Tenerife lleva razón para la queja. 280 días han pasado desde el último penalti que le pitaron a favor al combinado insular.

Fue en la jornada 38 de la campaña pasada, por lo que ya se suman ¡28! partidos oficiales -27 ligueros y uno de Copa- sin la posibilidad de irse a los once metros. Pero el colegiado asturiano también perjudicó al equipo de Martí cuando dejó en tarjeta amarilla una durísima entrada de Juan Muñiz a Vitolo. Era el minuto dos y el partido hubiera sido otro. González Fuertes sí castigó con una expulsión por doble amarilla a Jorge a los 35 minutos, con lo que el Tenerife se quedaba con diez futbolistas un par de minutos después de encajar el uno a cero -30''-, y poco antes del segundo gol local a los 37 minutos de encuentro. Desarmado y con dos goles de desventaja, los de Martí se desangraban camino del descanso. Pero también el Tenerife hizo una primera media hora opaca. Un tramo de partido que, con Jairo -novedad ayer en el "once"-, y Omar Perdomo por las bandas, no inquietó al Nástic, equipo en el que Achille Emaná marcaba la pauta de los suyos, con un Naranjo que acompañaba con signos de poner en aprietos a los tinerfeños. Pero cierto es que el Tenerife no pasaba apuros, ni inquietaba al meta Reina.

Fue una jugada a balón parado la que empezó a quebrar el choque. Emaná se impuso en el salto y hacía el uno a cero. Sin reponerse del golpe y con Jorge ya expulsado, el dos a cero parecía liquidar al Tenerife. Pero como sucedió en Valladolid hace un mes y medio, los tinerfeñistas salieron en la segunda parte con el ánimo de poner las cosas más complicadas a un confiado Nástic. Así, antes de llegar a los tres minutos del segundo acto, Sául puso un balón de oro en la cabeza de Omar Perdomo, que batió al meta catalán y devolvía la fe a los visitantes. Con uno menos, Vitolo y Aitor, que dominaron el centro del campo, y Alberto -de central desde la expulsión de Jorge-, cortaron cualquier intento de aproximación del equipo de Vicente Moreno. El Tenerife se sentía cómodo y encontraba cada vez más espacios. Poco a poco se fue adueñando del balón y se manejaba con más soltura, a pesar de la inferioridad numérica. La entrada en el partido de Cristian García, en un relevo que causó sorpresa inicialmente, provocó que el lateral catalán se prodigara más por el lado derecho que Cámara, que fue el que se marchó del campo. Con Cristian y Saúl por los flancos, Omar y Jairo se complementaban para ir dotando al Tenerife de más presencia ofensiva. Omar merodeó el empate con un disparo que desvió un defensa a córner. Poco después, Martí buscó aportarle frescura y más llegada al equipo con Nano, dejando su puesto al atacante lagunero un Jairo que, después de mucho sin ser titular, ofreció una actitud irreprochable y buenas prestaciones. El Nástic, con Emaná cada vez con menos gasolina, movió ficha y Vicente Moreno metió en el partido a Ferrán y al menor de los Emaná, Stephane. El peligro seguía rondando la portería tarraconense, aunque el tiempo corría en contra de los de Martí, que sumaban dominio más llegadas sin que se tradujera en un acoso continuo. Con uno menos, el Tenerife daba la cara y ponía contra las cuerdas a un rival atenazado y cada vez con más dudas. La entrada de Tomás Martínez, con poco tiempo, buscó tener ese último pase que se resistía, pero el Nástic supo jugar sus cartas en los minutos finales. El partido murió con una última ocasión de Tomás, que, de volea dentro del área, no pudo ajustar un disparo más certero que acabó en las manos del portero y que vuelve a frenar al Tenerife en su enésima oportunidad perdida de meterse de lleno en la zona noble.

2-1

NASTIC-TENERIFE

Nastic Tarragona: Reina (1); X. Campos (1), Molina (1), Marí (1), Mossa (1); Madinda (1), Tejera (1), Palanca (0), Juan Muñiz (0); Achille Emaná (2) y Naranjo (1). En el minuto 51, Stephane Emana entró por Muñiz; en el 73'', Aburjandia sustituyó a Madinda, y en el 81, Ferrán Giner, a Palanca.

CD Tenerife: Dani; Cámara, Jorge, Carlos Ruiz, Sául; Vitolo, Aitor Sanz; Alberto, Omar Perdomo; Jairo y Lozano. En el minuto 61, Cristian García entró por Raúl Cámara; en el 77'', Nano sustituyó a Jairo, y en el 84, Tomás Martínez, a Vitolo.

Árbitro: Pablo González Fuertes (Comité Asturiano). (0). Su ímpetu inicial a la hora de mostrar tarjetas a los locales no se vio compensado con el tamaño de las mismas, sobre todo cuando dejó en amarilla una durísima entrada de Muñiz a Vitolo al inicio del choque. Además dejó sin pitar dos penaltis a los blanquiazules. Un agarrón a Lozano y un empujón a Omar cuando se preparaba para el disparo. Vieron la amarilla Jairo (53''), Lozano (61''), Alberto (89'') y Carlos Ruiz (89''). Expulsó a Jorge con dos tarjetas amarillas (18'' y 34''). Por parte local fueron amonestados con cartulina amarila Juan Muñiz (2''), Tejera (10''),Emaná (15'') y Molina (87'').

Goles: 1-0, m. 30: Muñiz saca una falta desde la zona derecha del ataque local y Emaná gana en el salto a la defensa blanquiazul rematando de cabeza lejos de Dani Hernández. 2-0, m. 37: el Tenerife defiende mal una jugada con la defensa muy adelantada, lo que propicia un contragolpe que culmina Naranjo cruzando el balón ante la salida de Dani. 2-1, m. 47: Omar Perdomo, de cabeza, aprovechando un centro desde la banda izquierda de Saúl García.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigesimotercera jornada de Liga Adelante, disputado en el Nou Estadi ante 5.921 espectadores. Tarde agradable y terreno de juego en perfectas condiciones. El Tenerife vistió su indumentaria habitual. José Luis Martí realizó un descarte para dejar la lista de convocados en dieciocho jugadores. El futbolista que se quedó en la grada fue Jon Aurtenetxe.