Un nuevo premio, el Basque Culinary World Prize, creado por el Gobierno Vasco y el centro académico de la Universidad de Mondragón, reconocerá anualmente a un chef que haya desarrollado "iniciativas transformadoras" en la cocina para "mejorar la sociedad".

El galardón, presentado hoy en San Sebastián en la sede del Basque Culinary Center (BCC), está dotado con 100.000 euros, que el ganador deberá donar a algún proyecto de su elección que exprese ese espíritu de compromiso de la cocina por "contribuir a un mundo mejor".

El chef catalán Joan Roca, en su primer acto como presidente del Consejo Internacional del BCC, ha dado a conocer hoy el premio junto al cocinero peruano Gastón Acurio; el director del Basque Culinary Center, Joxe Mari Aizega; y la consejera vasca de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantxa Tapia.

Pedro Subijana, Elena Arzak, Eneko Atxa y Andoni Luis Aduriz los han acompañado en esta presentación, en la que Roca ha destacado que este reconocimiento sitúa al BCC "en un punto de visibilidad, de estar en la vanguardia de lo que se debe hacer", de "lo que es importante ahora en el ámbito de la gastronomía".

"Este premio encarna el sentimiento de todos los cocineros, que cada vez tenemos más claro lo importante que es nuestro papel en la sociedad y la responsabilidad que eso conlleva. Es obvio que seguiremos dando bien de comer en los restaurantes, pero también que el cocinero tiene que pensar de una forma más comprometida con la comunidad", ha resaltado.

Roca, Acurio y el resto de miembros del Consejo internacional del BCC, entre ellos Ferrán Adriá, Heston Blumenthal, Massimo Bottura y René Redzepi, formarán parte del jurado que el 10 de julio elegirá al galardonado entre 20 finalistas que serán seleccionados el 20 de abril por un comité técnico y científico integrado por Elena Arzak, expertos del CSIC y académicos de la Universitat Oberta de Catalunya.

El galardón se entregará en una gala que se organizará para tal fin la primera semana de septiembre.

Hoy ha quedado abierto el "proceso de nominaciones", en el que podrán participar cocineros, instituciones y miembros de entidades y empresas vinculadas al campo de la alimentación.

Acurio ha asegurado que este premio va a ser "un motor importante de inspiración" para animar a muchos jóvenes a participar "del lado bueno de la cocina", que "a veces parece que tiene un lado no tan amigable relacionado con la competencia y los mercados".

"Hay múltiples actividades donde el cocinero profesional puede ejercer un poder de influencia muy importante en un momento en el que los cocineros tienen una reputación y una capacidad de ser escuchados como nunca antes", ha afirmado el chef peruano.

Ha abogado por utilizar "todos los buenos poderes de la cocina" para poder influir en la resolución de problemas que no se logran vencer "en un mundo en el que millones de personas se acuestan cada día con hambre, mientras el 40 % de los alimentos se tiran a la basura por diferentes motivos antes de llegar a las tiendas".

"La cocina es un vehículo muy importante para acercar a los pueblos y celebrar la diversidad", ha añadido este cocinero, que trabaja en su país porque las "anchovetas", que ahora alimentan a los animales y exportan a países como España, pasen a formar parte de la dieta de los peruanos.

La consejera Arantxa Tapia ha señalado que Euskadi "constituye un territorio privilegiado en materia gastronómica", y por ello el Gobierno Vasco entiende que "es el lugar ideal para entregar un premio inédito como el Basque Culinary World Price, que promueve valores y actitudes como la calidad, la excelencia y el compromiso para la transformación de la sociedad en la que se encuentra".