La historia la escriben los vencedores. Aunque a veces, con el paso de los años, los derrotados vuelven al poder y suelen ajustar cuentas con la memoria echando abajo monumentos, placas y nombres. No ha sido así en el caso de a La Victoria de Acentejo, que en realidad fue una derrota de los aborígenes tinerfeños, pasados por la piedra de los conquistadores.

La Victoria sigue teniendo ese nombre -y La Matanza el suyo- porque la rueda de la historia ha dado demasiadas vueltas y los hijos de los derrotados y los de los vencedores se han mezclado de tal manera que ya no hay manera de distinguir a los unos de los otros. Hasta tal punto que cada uno de nosotros llevamos dentro las sangres de vencedores y vencidos.

En los temas de actualidad no existe perspectiva temporal. Así que lo que está ocurriendo con la Alcaldía de La Victoria sí que tiene triunfadores y resentidos. A los nacionalistas de Coalición les levantaron el gobierno con un insólito acuerdo entre socialistas y populares. Los cinco concejales del PSOE hicieron alcalde a uno de los dos concejales del PP, mayormente para jeringar a los seis munícipes de CC.

Pasados los meses, los nacionalistas han cocinado a fuego lento la devolución de la pirula. Una moción de censura echará a Fermín Correa (ex PP) de la Alcaldía, de la que se irá, como es normal, con los dos brazos del sillón pegados a las manos. El otro concejal del PP obedecerá a su partido y pactará con los nacionalistas.

¿Estamos ante un catarro o ante una epidemia de gripe?. En el PSOE de Tenerife se tomaron fatal la pérdida del municipio, pero mal podían protestar porque les devolvieran un poco de su propia medicina. Fueron ellos los que incumplieron los acuerdos dándole la Alcaldía al PP. Pero lo que temen realmente es que La Victoria sea una pieza de un acuerdo mayor que implique contraprestaciones de los nacionalistas a los populares en otros municipios. Y que sea el comienzo de un escenario de acuerdos entre PP y CC.

Por ejemplo, hay rumores de una posible moción de censura en Granadilla, donde el PSOE, que gobierna con Ciudadadanos e Izquierda Unida, está afectado por un proceso judicial que salpica a tres miembros del gobierno. La moción, para ser cierta, necesitaría del concurso de Ciudadanos que hasta ahora se ha negado a pactar con partidos nacionalistas. Pero si fuera así le pegarían un meneo a los peores miedos del PSOE que ya anda mosqueado con la situación en el Puerto de la Cruz, donde el PP sigue gobernando con el apoyo de los nacionalistas. Los socialistas temen que los populares hayan entregado La Victoria a cambio de alguna compensación. Y a todas estas, ninguno de los dos partidos, ni el PSOE ni Coalición, ha sido capaz de meter en vereda a sus díscolos.

Qué tiempos aquellos donde todo era tan claro y donde los guanches eran los buenos y los odiosos castellanos los malos.