El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres desde 2012, es objeto de una investigación por violación de la Fiscalía sueca, que emitió una orden de arresto contra él en 2010.

Assange recibió hoy el respaldo del Grupo de Trabajo de la ONU sobre Detenciones Arbitrarias, que considera que su arresto es "arbitrario" y pidió a Reino Unido y a Suecia que "pongan fin a la privación de libertad" y reconozcan su derecho a una indemnización.

La Fiscalía sueca le abrió en 2010 una investigación preliminar por cuatro delitos sexuales, tres de los cuales ya prescribieron.

Los presuntos delitos afectan a dos mujeres con las que había mantenido relaciones sexuales consentidas y fueron cometidos entre el 13 y el 18 de agosto de 2010, cuando estaba de visita en Suecia.

El único que permanece vigente es el de violación "en grado menor", castigada con entre dos y seis años, de la joven Sofia Welin, mientras dormía y con el agravante de que el sexo fue sin preservativo, según la declaración de ésta recogida en la investigación preliminar de la Fiscalía.

Assange era sospechoso de otros tres delitos contra Anna Ardin: uno de coerción ilegal la noche del 13 al 14, por retenerla contra su voluntad usando la fuerza; y dos de acoso sexual esa noche y la del 18 por tener sexo sin preservativo y por frotar su miembro sexual erecto contra ella, según la denuncia.

El "caso Assange" ha estado rodeado por la polémica en torno a los hechos y el comportamiento de las denunciantes y la Fiscalía.

Assange, que niega las acusaciones, viajó a Estocolmo invitado por varias organizaciones, como el colectivo cristiano del Partido Socialdemócrata sueco, cuya portavoz era Anna Ardin, que actuó como su jefa de prensa esos días y lo acogió en su casa.

El fundador de WikiLeaks dio una conferencia para este colectivo el 14 de agosto, y allí conoció a Welin, acreditada como fotógrafa.

Dos días después, viajaron en tren a la casa de Welin en Enköping, al oeste de Estocolmo, y allí pasaron la noche juntos.

Las dos jóvenes, que se habían conocido días antes, decidieron acudir a una comisaría del centro de Estocolmo el día 20 y presentaron una denuncia por violación y por acoso sexual.

Pero varios detalles de la denuncia plantean interrogantes, sobre todo los relacionados con Ardin, que tras ser acosada supuestamente por Assange, lo dejó vivir con ella una semana más y escribió en su cuenta de Twitter que iban a ir juntos a una fiesta al día siguiente o que era "asombroso" estar con la "gente más cool del mundo".

Borró los mensajes tras presentar la denuncia, pero quedaron guardados en el "caché" de Google, un mecanismo de almacenamiento de información en internet.

Varios medios suecos insinuaron que Ardin pudo actuar por despecho tras recibir el día 18 una llamada de Welin a su casa y descubrir que Assange mantenía relaciones sexuales con otra joven.

En su blog, cerrado tras la denuncia, había colgado la "perfecta estrategia" para vengarse de un hombre "infiel", lo que unido a su condición de "feminista radical" podría alimentar esa hipótesis, según medios suecos.

Ardin mantuvo durante años vínculos con grupos anticastristas, lo que hizo surgir especulaciones sobre supuestos contactos con la CIA.

El proceso judicial no ha sido menos polémico: el día que se presentó la denuncia, la fiscal de guardia ordenó la detención en ausencia de Assange, noticia filtrada a las pocas horas a un diario.

Menos de un día después, la fiscal jefe, Eva Finné, canceló la orden y limitó la investigación a un caso de acoso.

Pero una semana más tarde, la fiscal superior, Marianne Ny, reabrió el caso de violación sin dar explicaciones, ordenó la detención de Assange y emitió una orden de arresto europea.

Tras varias apelaciones que sirvieron para limitar a cuatro los delitos y rebajar el de violación a "grado menor", Assange fue detenido en Londres por la policía británica en diciembre de 2010, y comenzó entonces en Gran Bretaña un proceso judicial que culminó en junio de 2012, cuando el Supremo reafirmó la extradición a Suecia.

Los abogados de Assange iniciaron en verano de 2014 una ofensiva legal en Suecia para pedir que le levantasen la orden de detención.

Su demanda fue rechazada en tres instancias por la gravedad de los hechos y el riesgo de que quisiera esquivar el proceso y una hipotética pena, aunque se criticó la pasividad de la fiscal.

Marianne Ny, que se había opuesto durante años a interrogar en Londres a Assange, cambió de opinión en marzo del año pasado porque tres de los delitos prescribían cinco meses más tarde.

Ecuador y Suecia iniciaron en junio una negociación después de que Estocolmo rechazara firmar un acuerdo centrado solo en el caso Assange y que reconociese la condición de refugiado político que le concedió el país sudamericano en 2012, opción que defendía Quito.

Suecia apostó por un convenio genérico y ambos países firmaron el 11 de diciembre un acuerdo de asistencia legal en materia penal para facilitar el cumplimiento de diligencias judiciales y necesario para poder interrogar a Assange, que está pendiente de concretarse.