La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha asegurado hoy ante las posibles peticiones de comparecencia en el Congreso de los miembros del Ejecutivo, que el Gabinete de Mariano Rajoy, al estar en funciones, no puede ser controlado por el Parlamento actual, porque no tiene su confianza.

Ese control, según ha explicado en la conferencia de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, le corresponde en este momento a la jurisdicción contencioso-administrativa, si es que considerara que en algún momento se ha excedido de las labores limitadas que tiene por el hecho de estar en funciones.

La vicepresidenta ha hecho estas reflexiones ante la posibilidad de que el Congreso, tal y como están pidiendo el PSOE y Ciudadanos, decidiera convocar un pleno para que Rajoy compareciera con el fin de consensuar con los grupos parlamentarios la posición que va a mantener España ante el Consejo Europeo de los días 18 y 19 de febrero.

Una cumbre en la que el principal asunto va a ser la oferta del Consejo al Reino Unido para facilitar que permanezca en la Unión Europea y que incluye decisiones que han sido ya criticadas por el líder socialista, Pedro Sánchez, y el de Ciudadanos, Albert Rivera.

Ambos han pedido que Rajoy comparezca en ese pleno previo, pero el portavoz del grupo popular, Rafael Hernando, ya ha avanzado hoy que el PP rechaza esa comparecencia y ha planteado que se haga en comisión por parte de otro miembro del Gobierno como podría ser el secretario de Estado para la Unión Europea.

Al respecto, la vicepresidenta ha informado de que el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, ha iniciado una ronda de contactos con los grupos parlamentarios para trasladarles que el Gobierno desea mantenerles informados de la evolución de las conversaciones entre el Reino Unido y el resto de socios europeos.

Y también ha mostrado la disposición del Gobierno a que el secretario de Estado para la UE comparezca en la Comisión de Asuntos Europeos del Congreso para analizar la situación con los representantes de los grupos antes de la reunión del Consejo de la Unión.

Pero ha dejado claro que esta comparecencia tendría carácter excepcional y sería ante un asunto de urgencia y conscientes de la trascendencia del mismo.

Al plantearle la posibilidad de que sea Rajoy quien comparezca en el pleno del Congreso o ante posibles peticiones posteriores de comparecencia en la Cámara de otros miembros del Gobierno es cuando la vicepresidenta ha recordado las limitaciones de un Ejecutivo en funciones.

En ese sentido, ha hecho hincapié en que un Gobierno en funciones no tiene la confianza del Parlamento y sólo puede desempeñar las funciones que le atribuye la ley.

"No puede ser controlado desde un punto de vista político porque no tiene esa confianza política y porque no puede llevar a cabo actuaciones de esta naturaleza", ha subrayado.

Pero ha aclarado que el Gobierno sí está sometido a un control que no le corresponde al Parlamento, sino a la jurisdicción contencioso-administrativa si creyera que se excede de sus funciones.

"Este es un sistema de separación de poderes y el Congreso controla la acción del Gobierno al que ha dado su confianza", ha explicado Sáenz de Santamaría, quien ha recordado que se está hablando de convocar determinados plenos cuando el primero que se celebra siempre es el de investidura.

De ahí que haya defendido que no debe demorarse en exceso ese pleno.

En la misma línea argumental, ha insistido: "El Gobierno está en funciones, no tiene la confianza de la Cámara. Tenía la confianza de la Cámara anterior, y ésta no puede controlarlo".

Fuentes del Gobierno consultadas por Efe han subrayado que, por tanto, Rajoy no estaría obligado a acudir al Congreso aunque así lo aprobaran por mayoría los órganos correspondientes de la Cámara.

Aunque han confiado en que no se genere un conflicto entre instituciones, han señalado que si fuera necesario podría solicitarse algún informe al respecto.