Pablo Sorozábal intentó varias veces estrenar la que ya es su obra póstuma, "Juan José", pero distintos desencuentros, como su empeño en que la cantara Plácido Domingo, impidieron que esta zarzuela "proletaria" viera la luz. La pasada noche, 47 años después, sus "desheredados" han ganado la tierra prometida.

Los espectadores del Teatro de la Zarzuela, entre los que estaba el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, han aplaudido generosamente a los intérpretes, encabezados por Ángel Ódena (Juan), Carmen Solís (Rosa), Antonio Gandía (Paco) y Milagros Martín (Isidra), así como a su director musical, Miguel Ángel Gómez, y al de escena, José Carlos Plaza.

El autor de "La del manojo de rosas" o "La tabernera del puerto" (San Sebastián, 1897- Madrid, 1988) compuso este "drama lírico proletario" -el 21 de los que firmó-, en 1968, y la Zarzuela intentó por dos veces, en 1979 y en 1989, estrenarlo.

En 1979, fue el ministerio de Cultura el que, a pesar de sus promesas de hacerlo, desistió de la idea de promover su estreno y diez años después fue él el que no llegó a un acuerdo con el teatro, porque pretendía que los papeles principales fueran para Plácido Domingo, Montserrat Caballé y Teresa Berganza.

"Para escribir una ópera en España es necesario, aparte de ser músico, ser un perfecto idiota (...) Bueno, el mundo da muchas vueltas y, a lo mejor, en el año 2000 España vuelve a tener cierta cultura musical, por lo menos la que tenía el año 36", deseaba el compositor.

Paolo Pinamonti, anterior director de la Zarzuela, se empeñó en recuperarla para esta temporada y lograr que viera la luz escénica una obra que, en su opinión, es como el "Wozzeck", de Berg, por su "gran empeño social", y su sucesor, Daniel Bianco, ha estado de acuerdo en que había que lograr que "a la tercera fuera la vencida".

Y no solo han conseguido que se estrene, es que desde que hace más de 35 años Plácido Domingo cantara "El poeta", de Moreno Torroba, no se ponía en escena una zarzuela nueva, aunque esta pieza fuera descrita por su autor como "una ópera", "un sainete madrileño cantado", sin "rellenos" ni "efectismos", lejos de la "zarzuela de alpargata".

Carmen Solís, debutante en la Zarzuela, ha sido precisa en un papel muy arriesgado vocalmente y ha exhibido una gran seguridad en su trabajo escénico, como su compañero Ángel Odena, conmovedor en su desesperada necesidad de amor.

El compositor de "Juan José", que se ha escuchado ya en una versión de concierto en 2009 en el Kursaal de San Sebastián, estaba convencido de que Miguel Ángel Gómez, al que había conocido en Berlín en 1974, sería el director que "con más fidelidad" reproduciría la que fue su "obsesión" los once años que tardó en escribir la música y adaptar el libreto de Joaquín Dicenta.

Gómez, tal y como deseaba el autor, ha encauzado una partitura de reminiscencias "veristas" y armonías insólitas en Sorozábal, en las que se perciben formas populares como el chotis, la mazurka o el pasodoble pero llevadas a música contemporánea, sin concesiones.

Los cantantes, "antihéroes" burdos, sin ninguna cultura y educación y con historias "nada edificantes", afrontan "una ópera dura, musical y dramáticamente", "una charca" de mezquindad, miedo, desconfianza, celos y rencor, que Plaza ha imaginado en un opresivo y gris espacio de ángulos cortados.

Juan José está ciego de amor por Rosa, pero su relación con ella es de absoluta posesión. Ella, "de libres costumbres y equívoca conducta", utiliza su cuerpo como pago para alcanzar un "estatus" superior e Isidra la ayuda en su desesperada codicia y falta de humanidad.

Dicenta se basó en la tragedia amorosa entre un albañil y su novia para escribir una obra que se estrenó en 1895 y que fue una pieza muy representada en España antes de la Guerra Civil y que Sorozábal reescribió y dotó de un final distinto.