La canciller alemana Ángela Merkel llamó al Papa Francisco tras el discurso del Pontífice en el Parlamento Europeo en el marco de su visita a Estrasburgo en noviembre de 2014 para mostrarle su enfado por haber comparado a Europa con una mujer estéril.

Así lo revela el Papa en una entrevista con el diario italiano ''Corriere della Sera'' recogida por Europa Press. "Me llamó enfadada porque había comparado a Europa con una mujer estéril, incapaz de tener hijos", asegura Francisco.

"Me preguntó si de verdad pensaba que Europa no podría tener hijos y yo le contesté que sí, que Europa podría tenerlos aún porque tiene raíces sólidas y profundas, porque ha tenido y pude tener un papel fundamental y porque en los momentos más oscuros ha demostrado siempre tener recursos", ha explicado.

En aquel discurso ante el Parlamento Europeo, el Pontífice comparó el Viejo Continente con Sara, la mujer de Abraham, que es anciana y no puede tener hijos, pero milagrosamente logra tener uno a los 90 años. De esta forma, denunciaba el problema de la baja natalidad en Europa.

Por otro lado, el Pontífice aborda en la entrevista con el diario italiano la crisis de refugiados y pide a Europa "inteligencia" porque detrás, según advierte, se encuentra "el terrible y enorme problema del terrorismo".

Francisco recuerda su viaje a la isla de Lampedusa, cuando gritó "no a la indiferencia" y apunta que en aquel momento "el problema de la inmigración estaba sólo en el principio" pero que "ahora ha estallado".

"Europa debe y puede cambiar y debe y puede reformarse. Si no es capaz de ayudar económicamente a los países de donde proceden los refugiados, entonces tiene que plantearse el problema de cómo afrontar este gran desafío que es en primer lugar humanitario y no sólo", ha señalado.

Por otra parte, sobre la situación en Libia, el Papa apunta que "Occidente tiene que hacer autocrítica" sobre cómo ha afrontado la situación "antes y después con la intervención militar" y tras la caída del régimen de Gaddafi. Además, explica que tras las Primaveras árabes, "se podía imaginar lo que iba a pasar".