El 67 por ciento de los 350 universitarios de la Universidad de La Laguna (ULL) que formaron parte en el año 2014 de un programa de becas de inserción laboral consiguieron un trabajo y el 52 por ciento fueron contratados en la misma empresa en la que hicieron las prácticas.

El programa de becas de inserción laboral de la Fundación General de la ULL, de seis meses de duración en un centro de trabajo, está destinado a recién titulados, quienes reciben una remuneración de alrededor de 600 euros al mes.

El vicerrector de Relaciones con la Sociedad de la ULL, Francisco García, ha destacado en una entrevista que el contacto con la realidad laboral es, además de la formación, una de las "palancas fundamentales" para entrar en el mercado laboral.

Con estos datos, el también profesor de Economía y Dirección de Empresas de la ULL, quiere luchar contra el mensaje erróneo de que tener un título universitario no sirve para nada, pues la tasa de desempleo de las personas que tienen formación universitaria es diez puntos inferior a la de los que no la tienen.

Y después de la formación, las prácticas para conocer y tantear el mercado laboral es clave para conseguir un contrato de trabajo, motivo suficiente para que las dos universidades públicas de Canarias trabajen con el Gobierno de Canarias en la elaboración de un plan de inserción laboral de la enseñanza superior que pretenden poner en marcha a lo largo de este año.

El objetivo final es introducir a mil universitarios en el tejido productivo de Canarias mediante becas de inserción laboral con aporte de recursos públicos.

Además de estas prácticas, las universidades han propuesto al Gobierno que el plan incluya formación paralela a los estudios universitarios relacionada con emprendimiento, idiomas y en capacidades transversales para enseñar a los estudiantes a trabajar en equipo y a expresarse en público, ha detallado el vicerrector de Relaciones con la Sociedad de la ULL.

Estas herramientas de expresión son básicas, ha añadido, para acceder al mercado, pues el paro o la sobrecualificación en el puesto de trabajo la sufren más los universitarios con mayores problemas a la hora de hablar en público y los que no saben "vender" sus cualidades a la empresa.

La sobrecualificación es, precisamente, uno de los principales problemas del mercado laboral español y específicamente del canario, donde el 37,7 por ciento de la población con estudios superiores está en esta situación, indica el último informe de la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CyD).

Además, según el mismo estudio, Canarias es la Comunidad Autónoma con mayor tasa de paro entre los graduados de estudios terciarios- universitarios y ciclos formativos superiores- con un 22,5 por ciento, mientras que el promedio estatal es del 14,3 por ciento.

Según el profesor de la ULL, el desempleo entre los universitarios canarios es igual de alto que la de cualquier otro perfil, pues el archipiélago, con una tasa de paro que supera el 27 por ciento, es una de las Comunidades Autónomas con menos trabajadores.

Esto se debe a un problema estructural del tejido económico de las islas, donde la inversión en investigación, desarrollo e innovación representa el 0,5 del Producto Interior Bruto, mientras que en el promedio estatal es del 1,24 por ciento.

Sin embargo, la media en este sector en los países de la OCDE es del 2,4 por ciento y de la Unión Europa de los 28 es del 1,9 por ciento, lo que "deja más que claro que Canarias está a la cola de España en innovación, que a su vez está a la cola de Europa".

En este contexto, el talento universitario no es el problema sino la solución para llegar a transformar el tejido productivo del archipiélago, cimentado hasta el momento en el turismo y la construcción.

Para Francisco García, el "gran reto" al que se enfrenta ahora la sociedad, Gobierno canario y empresarios, y del que los universitarios deben de formar parte, es incluir la innovación, la inteligencia y el conocimiento en el tejido productivo de las islas.