Las obras de reordenación del tráfico en Taco no han contentado a todos en esta populosa zona. Al menos eso se desprende de las manifestaciones de María Dolores Rodríguez, presidenta de la asociación de vecinos San Jerónimo y de Tacoror -la federación de colectivos de la comarca-, que califica las actuaciones realizadas como "un quiero y no puedo".

Se trata de unos trabajos que comenzaron meses atrás y que, según detalla Rodríguez, una de las voces más conocidas del asociacionismo vecinal lagunero, la corporación ha dado por concluidos a falta de "pequeños retoques", por los que, precisa, esperaron "todo enero" y, sin embargo, el acabado no ha mejorado.

¿Dónde está el problema? Empieza lamentando la falta de señalización vertical en "las calles que cruzan", así como que las jardineras instaladas no coinciden con las tomas de riego y, sobre todo, que siguen vacías y convirtiéndose en "basureros".

Rodríguez hace aún más énfasis en la forma en la que el Ayuntamiento de La Laguna ha limitado las calles peatonales, con unas vallas amarillas de obra en lugar de con otro sistema más estético, como pilotes abatibles. No es su única queja sobre mecanismos de delimitación: llama la atención sobre las estructuras -"vallas horribilis", de "tubería de agua", las describe- que se han empleado para separar el tranvía de los peatones y que, a juicio de los colectivos a los que representa, suponen un "impacto visual" negativo.

En ese punto, la otrora diputada regional se detiene en la "promesa" que les hicieron con la ordenanza de mesas y sillas, sobre la que apunta que, en una reunión en Vías y Obras, les comunicaron que el texto no se ha trabajado y que tampoco hay "seguridad" de que se redacte. Indica que la "traba" está en que aún desde el ayuntamiento no saben cómo articular la entrada y salida de vehículos particulares y el acceso al centro médico de Taco.

Suma y sigue. Discrepa con lo que ocurre con la calle María Luisa: "No se le puede cambiar el sentido, porque estaríamos obligando a todo el mundo a circular en dirección Santa Cruz; lo que hay es que ponerle la señalización vertical que le falta", alerta antes de centrar la atención en las farolas situadas en medio de la zona peatonal, sobre todo en la carretera de El Rosario, y que restan visibilidad a la vía.

"Es muy triste que la concejala de Urbanismo, muy ligada a esta zona, no se haya reunido con los colectivos ni con la Comisión Mixta de Seguimiento del Plan de Reordenación", cierra en referencia a otra de las lagunas que ha percibido en la obra: la falta de participación ciudadana.

Seguridad

Desde la asociación de vecinos San Jerónimo de Taco y desde la federación Tacoror no solo reprueban lo que ha ocurrido con las obras. La presidenta de ambos colectivos, María Dolores Rodríguez, también pone el foco en la seguridad de la zona, especialmente en la necesidad de acabar con los pequeños hurtos que se comenten. Agrega que Taco es un enclave "laboralmente deprimida" y que en ocasiones perciben un excesivo celo con las multas. "Cuando asistí al pleno de los presupuestos eché en falta escuchar al concejal de Seguridad Ciudadana exigir una mayor cuantía para personal de su área", manifiesta.

Presupuestos y PGO

Rodríguez ve escasa comunicación en los presupuestos para 2016, el PGO y el plan DUSI. "No entendemos por qué la concejala de Hacienda no convocó a los vecinos para contrastar con ellos las cuentas para 2016, a fin de poder pedir más policía y más medios", afirma la dirigente vecinal. "Echamos en falta que tampoco se nos haya citado a algunos colectivos de Taco para explicarnos el Plan General de Ordenación", critica María Dolores Rodríguez, a quien también le surgen dudas sobre el proyecto DUSI, del que se ha anunciado que, de salir adelante, tendrá una incidencia positiva en este populoso punto del municipio. "Mucho nos tememos que esta falta de información se deba a que algunos espacios están destinados en principio a un uso poco deseado tanto por vecinos como por comerciantes", comenta, antes de hacer mención a la difícil situación de las tiendas del lugar.