La Catedral de Huesca ha acogido hoy la celebración de un homenaje a Damián Iguacen, obispo emérito de Tenerife y persona vinculada a la diócesis oscense durante gran parte de su trayectoria sacerdotal, con motivo de su cien cumpleaños.

En el acto conmemorativo, que ha contado con la presencia del cardenal Vicente Amigo, han tomado parte catorce obispos de distintas diócesis españolas y setenta sacerdotes, que se han dirigido en procesión a través de las naves de la catedral hasta el altar para la celebración de una misa.

Entre los prelados asistentes se encontraban los arzobispos de Zaragoza, Vicente Jiménez, y Oviedo, Jesús Sanz, y el actual obispo de Tenerife, Bernardo Sanz.

Al acto también han asistido la subdelegada del Gobierno en Huesca, María Teresa Lacruz, el alcalde de la ciudad, Luis Felipe, los jefes de la Guardia Civil y Policía Nacional en la provincia, Vicente Reig y Fernando Pascua, respectivamente, y el presidente de la Audiencia oscense, Santiago Serena.

Damián Iguacen (Fuencalderas, Zaragoza-1916), uno de los obispos más longevos de la Iglesia, fue ordenado sacerdote en 1941, y en 1969, tras ejercer como párroco en distintas localidades de la provincia oscense, fue nombrado administrador apostólico de la diócesis de Huesca.

Un año después fue designado por el Vaticano obispo de Barbastro, desde la que pasó a encargarse de las de Teruel (1974) y Tenerife (1984), en la que se mantuvo hasta su renuncia en 1991.

En la Conferencia Episcopal Española presidió, entre 1984 y 1993, la Comisión de Patrimonio Cultural, una labor que combinó con cursos prematrimoniales y distintas iniciativas eclesiásticas.

Fuentes eclesiásticas han explicado a Efe que Iguacen, durante su vinculación a la diócesis oscense, fue un firme protector del patrimonio de las parroquias, así como de su cuidado y conservación para la posteridad.

Esta labor le llevó el año pasado a ser homenajeado por los participantes en el Congreso de la Asociación de Archiveros de las diócesis españolas, que se desplazaron a Huesca desde su sede de celebración en Zaragoza para recibir el agradecimiento por su labor en defensa del patrimonio.

Iguacen ocupa actualmente, desde su retiro, una pequeña habitación en una residencia religiosa de la capital altoaragonesa, donde cada mañana celebra misa.

En su homilía, el obispo de Huesca y Jaca, Julián Ruiz, ha destacado del prelado centenario "su estilo de vida, su coherencia, su sencillez y su trabajo silencioso".