Una técnica pionera, que sólo se había empleado otras tres veces en el mundo, todas ellas en Madrid, ha permitido a especialistas del hospital Trueta de Girona extraer por vía oral la laringe de una paciente afectada por un tratamiento de radioterapia, para colocarle posteriormente una prótesis.

Según ha explicado uno de los responsables del equipo médico que ha dirigido la intervención, Marc Tobed, que forma parte del Servicio de Otorrinolaringología de este centro gerundense, la ventaja de esta técnica, que se apoya en tecnología en tres dimensiones, reduce notablemente el período de recuperación.

La paciente, Flora Bernal, de 59 años, llevaba año y medio sin poder ingerir alimentos por vía oral -lo hacía a través de una sonda- y, ahora podrá recuperar esta capacidad en un tiempo dos o tres veces menor al que requiere la cirugía clásica para este tipo de intervenciones.

Marc Tobed ha explicado que esta nueva técnica, impulsada por el español Mario Fernández, que dirigió las dos anteriores operaciones en el Hospital Coslada de Madrid y la que tuvo lugar en el de Móstoles, representa "el futuro en afectaciones de cabeza y cuello para los próximos años".

"Tenemos ilusión por girar el calcetín de este tipo de cirugía", ha señalado Tobed, quien considera que hay que "venerar" a Fernández "no sólo por el empuje de poder describir un procedimiento quirúrgico que ha sido un regalo a la ciencia médica, sino por todas las facilidades que ha ofrecido".

Este integrante del Servicio de Otorrinolaringología del Trueta ha explicado que el impulsor de la nueva técnica ha contactado permanentemente con el equipo de Girona para resolver dudas y que, incluso, asistió a la operación de Flora Bernal.

Para Marc Tobed, "ahora, se pueden cumplir sueños que hace años eran una quimera", gracias a una tecnología innovadora en tres dimensiones y a la ayuda de bisturí de última generación que minimizan el sangrado del paciente.

"Aquí se abren nuevas puertas al futuro y estamos muy ilusionados", ha añadido Tobed, quien ha detallado que Flora Bernal afronta hoy su noveno día tras la operación y que, en dos o tres más, se le realizará una prueba de deglución "y si todo va bien es posible que en otros cuatro o cinco sea alta hospitalaria".

En el caso de la cirugía clásica, este responsable médico ha precisado que los ingresos podían ser de uno a tres o cuatro meses y, en algunos casos, se necesitaban "muchas intervenciones para reparar el daño de un abordaje externo".

Después de año y medio sin poder comer por vía oral, la paciente de Girona podrá recuperar esta capacidad en diez o doce días, por lo que Marc Tobed considera que se han superado las expectativas.

La intervención tuvo lugar el pasado 3 de febrero y, además del equipo médico, la siguió a través de una retransmisión interna una decena de cirujanos de diversos hospitales españoles.

Los médicos del Trueta han aplicado además una técnica innovadora de cierre de la herida con un elemento con forma de grapa que sustituye la sutura clásica.