Las ondas gravitacionales, que Albert Einstein predijo hace un siglo en su Teoría de la Relatividad General, se detectaron por primera vez de manera directa el pasado 14 de septiembre, lo que permitirá un mejor conocimiento del Universo, según se anunció ayer en el proyecto LIGO. Los científicos del Observatorio estadounidense de interferometría láser (LIGO) pusieron fin a meses de rumores y gran expectación entre la comunidad investigadora ante un descubrimiento que abre la puerta a redescubrir el Universo, esta vez, sin necesidad de la luz.

"Nuestra observación de las ondas gravitacionales cumple con un ambicioso objetivo establecido hace cinco décadas para detectar de manera directa este fenómeno y entender mejor el universo", explicó la directora ejecutiva del laboratorio LIGO.

"Además, completamos el legado de Einstein en el centenario de su Teoría de la Relatividad General", añadió. Einstein descubrió en su Teoría de la Relatividad General que los objetos que se mueven en el Universo producen ondulaciones en el espacio-tiempo y que estas se propagan por el espacio. Predecía así las ondas gravitacionales, aunque demostrar de manera directa su existencia era el último reto pendiente de la Relatividad. Este hallazgo abre una nueva puerta en la astronomía, porque hasta ahora los científicos se han valido de diferentes formas de luz (ondas electromagnéticas) para observar el Universo.

Las ondas fueron detectadas a las 09:51 GMT del pasado 14 de septiembre por los dos detectores de LIGO, uno localizado en Livingston (Luisiana) y otro en Hanford (Washington). Las ondas gravitacionales transportan información acerca del movimiento de los objetos en el universo, y se espera que permitan observar la historia del Cosmos hasta instantes remotos.

Las ondas gravitacionales son "una nueva ventana al Universo". Gracias a ellas se pueden entender los mecanismos por los que suceden algunos de los sucesos más violentos del Cosmos, como las colisiones entre agujeros negros o las explosiones de estrellas. Se podría incluso estudiar lo que pasó un milisegundo después del Big Bang.

También marcarán el inicio de una nueva era en astronomía porque el Universo es casi transparente para ellas, lo que permitirá observar fenómenos astrofísicos que de otra manera permanecerían ocultos -la formación de agujeros negros o cómo se comporta la materia en condiciones extremas-.

El físico Stephen Hawking afirmó ayer que la detección de las ondas gravitacionales, la última predicción que quedaba por comprobar de las teorías de Albert Enstein, abre la puerta a "una nueva forma de mirar el universo".

"La capacidad de detectarlas tiene el potencial de revolucionar la astronomía", señaló a la BBC.