La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) de Tenerife alertaba este viernes de que la incertidumbre política en la que está sumido el país no supone nada bueno para el crecimiento de la economía del Archipiélago. Su presidente incluso se atrevía a cifrar en 5.000 puestos de trabajo menos el hecho de que no se alcance un acuerdo para formar Gobierno y se tengan que celebrar nuevas elecciones antes del verano, pues las expectativas para 2016, en lugar de un 2,6% de crecimiento, se quedarían en torno a un 2,3%, tres décimas menos. La demora en las negociaciones que llevan a cabo en Madrid las principales fuerzas políticas genera preocupación en los empresarios de las Islas y también en los consumidores. Prueba de ello es que el índice que mide su confianza cambió de tendencia después de las elecciones, tras varios trimestres creciendo. La esperanza puesta por muchos españoles en que los resultados de los comicios iban a propiciar un giro en la forma de hacer política en España se ha visto truncada según han pasado las semanas. El encuentro entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez hace dos días es una clara muestra de que las dos formaciones con mayor representación parlamentaria no han entendido el mensaje que arrojaron las urnas: es preciso dialogar y negociar. Nada de eso quedó reflejado en las crónicas elaboradas tras la cita. Más bien todo lo contrario. Es normal, por tanto, que crezca la desconfianza, pero no se merecen los españoles tener que pasar por este trance. ¿Quién va a asumir la responsabilidad de que en las Islas se creen cinco mil empleos menos por la incapacidad de dos señores para cerrar un acuerdo, aunque sea de mínimos? Seguramente ninguno de ellos dos.

Coincidiendo con la presentación del informe de coyuntura económica del cuarto trimestre de 2015 y las previsiones para este año, por parte de CEOE-Tenerife, Cruz Roja Española hacía lo propio en relación a la actividad desarrollada por la ONG en las Islas durante el pasado año. Su testimonio evidencia lo alejados de la realidad que viven los protagonistas del culebrón político que se desarrolla en la capital de España, pues mientras ellos se pelean por la tarta del poder, aquí en Canarias cada vez hay más personas con "problemas económicos graves", lo que ha provocado que los niveles de pobreza y exclusión sean "alarmantes". La supuesta salida de la crisis que el Gobierno presidido por Mariano Rajoy vende un día sí y el otro también, continúa sin ser percibida por mucha gente de la calle, donde ha aparecido la figura del trabajador pobre, pues su empleo no le da para llegar a fin de mes. En el Archipiélago, además, la situación se ve agravada por las altas tasas de paro.

Triste espectáculo el vivido en La Victoria, con motivo de la moción de censura que convirtió al nacionalista Haroldo Martín en alcalde, en lugar del no adscrito Fermín Correa. Una sesión plenaria como esa, en la que el regidor saliente llegó a insultar a su sucesor, debe llevar a reflexionar a las organizaciones políticas.