Hay más chicas en las aulas y sacan mejores notas. No ocurre solo en la Universidad de La Laguna; es una tendencia que se repite por toda Europa y el mundo. Esta mayoría, sin embargo, no es suficiente para equilibrar la balanza de género en los puestos de responsabilidad. Los datos demuestran que el problema llega a la hora de hacer carrera y que se percibe dentro de la propia universidad. Ellas no acceden a los puestos docentes en la misma proporción que ellos. En Canarias solo en 37,3% de las docentes universitarias son mujeres. Solo presentan peores datos, aunque muy parecidos, Cantabria, Castilla La Mancha, Extremadura y Murcia. Además, este porcentaje se eleva solo hasta el 39,5% si el cálculo se hace en todo el país. Ni en el mejor de los casos, que es La Rioja, las mujeres tienen la misma presencia que los varones.

Los datos, desglosados en el último informe "Datos y cifras de la educación en España" -un informe que publica cada año el Ministerio de Educación-, desvelan que la balanza de género sigue sin equilibrarse en docencia universitaria. No ocurre lo mismo entre maestras y profesoras de educación no universitaria, una de las profesiones donde sí son mayoría las mujeres.

Este desajuste ocurre en la educación, pero también en otras profesiones y, sobre todo, cuando se analiza el acceso a puestos más cualificados. Las mujeres ocupan en mayor medida trabajos a tiempo parcial, están peor remuneradas y se encargan, casi en solitario, de la conciliación de la vida familiar y laboral. Además, aunque su presencia en carreras técnicas ha mejorado, sigue siendo reducida. La desproporción dentro de la Universidad continúa a medida que se avanza: si el cargo es más relevante, hay menos mujeres. Eso, en otras palabras, significa que hay una diferencia sustancial a la hora de optar a la cátedra. Es un mal común en la mayoría de centros públicos españoles y tiene su reflejo a escala local. En la Universidad de La Laguna, solo alrededor del 20% de las cátedras están en manos de mujeres, una realidad que ha sido expuesta por la Unidad de Igualdad de la ULL, que lleva años batallando para lograr una institución más inclusiva y con las mismas oportunidades para todos.

las claves

La media estatal no equilibra la balanza de género. El 39,9% de los docentes de las universidades españolas son mujeres.

Solo el 20% de las cátedras de la Universidad de La Laguna está en manos de mujeres. La desigualdad de género se incrementa a medida que el cargo es mayor.

Canarias destaca por la presencia de mujeres en las aulas universitarias. Según otro estudio reciente -en este caso publicado por la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CyD)-, el Archipiélago se sitúa como la segunda región con más proporción de mujeres entre los estudiantes.

A este hecho se une otro menos esperanzador: las Islas también son la comunidad con menor participación relativa de los alumnos en la edad típica universitaria (18-21 años).

La tasa de ocupación de las universidades públicas de la región, es decir, la ratio entre la matrícula de nuevo ingreso por preinscripción y el número de plazas ofertadas, era la tercera más reducida de España (86,1%). Es decir, en el curso 2014-2015, de cada 100 plazas ofertadas quedaron casi 14 sin cubrir con los matriculados de nueva ingreso por prescripción.

Los datos de esta fundación, que demuestran la considerable presencia femenina en las universidades canarias, hacen referencia al curso 2014-2015.

Esta disparidad entre el número de mujeres que se matricula en las universidades, que se corresponde con una elevada cifra de egresadas (por encima de ellos), deriva en el subempleo. Es decir, después de formar a las mujeres, muchas acaban subempleadas. Los expertos alertan de que las razones no tienen que ver con las capacidades de unos y otras, sino con los obstáculos y la estructuración del mercado laboral.