El desajuste entre oferta y demanda de la vacuna contra la meningitis B ha causado una especie de paranoia entre los padres canarios. Un miedo injustificado, según la Sociedad Canaria de Pediatría, puesto que la incidencia de la meningitis B en España es muy baja. De hecho, la tendencia es descendente y en la temporada 2013-2014 se observó la incidencia más baja de los últimos 13 años (poco más de 0,2 casos por cada 100.000 personas).

No obstante esto, el Comité Asesor de Vacunas la recomienda en su calendario vacunal de 2016, ya que empezó a estar disponible hace poco tiempo en España: desde el 1 de octubre de 2015.

Luis Ortigosa, que es el presidente de la Sociedad Canaria de Pediatría en Santa Cruz de Tenerife y forma parte del Comité Asesor de Vacunas, adelanta que en breve entrarán 30.000 vacunas contra la meningitis B. "El Ministerio de Sanidad las ha comprado a Portugal y se están reetiquetando", explicó, para añadir que en portugués parece que dice que la vacuna no tiene que estar en la nevera. "Ojo, todas las vacunas tienen que estar en nevera", advierte.

Ortigosa pronostica que estas 30.000 dosis "se van a agotar" porque "España es vacunadora". Pero vuelve a tranquilizar a la población adelantando que se prevé que el laboratorio finalice la fabricación de más dosis hacia junio.

El problema de fondo de la escasez de vacunas contra la meningitis B es que está en el candelario de vacunas recomendadas por los pediatras, pero no en el del Ministerio de Sanidad. No son gratuitas. Los padres que deciden seguir las recomendaciones del pediatra (que son muchos) deben tener capacidad económica para poder desembolsar al menos 204 euros (a 102,4 euros la dosis en Canarias). Se pone una y la segunda a las ocho semanas. En el caso de niños que se vacunan a los dos meses, serían tres dosis en lugar de dos.

Ortigosa subraya que "no pasa nada" si no se pone la dosis tras esa horquilla de ocho semanas. "Que las familias no se vuelvan locas. No hay urgencia de vacunar contra la meningitis B porque no está circulando ni en Canarias ni en Península. Solo hay casos esporádicos", subraya Ortigosa.

A pesar de esto, el pediatra quiere hacer especial hincapié en otro mensaje que debe estar en la mente de la población: "Cualquier vacuna que pueda estar disponible es importante". Vivimos en un mundo globalizado donde las personas viajan y las enfermedades lo hacen con ellos, por eso Ortigosa añade: "Nosotros querríamos vacunar si pudiésemos, de forma universal, a todos los habitantes del mundo".

En España, el calendario de vacunación de la Asociación Española de Pediatría no coincide con el que financia la Sanidad pública. "Ni el meningococo B ni el rotavirus" están incluidos para los niños. Sin embargo, en países vecinos como el Reino Unido se ponen todas gratis. "Las vacunas son herramientas de salud pública importantísimas, porque si vacunas al 90% de la población estás protegiendo también al resto de niños no vacunados", recuerda Ortigosa.

La alarma social que ha causado entre los padres la escasez de la vacuna contra el meningococo B los ha llevado a apuntarse en listas en farmacias diferentes para que les avisen cuando haya disponibilidad. Algunos se van incluso a barrios de menor poder adquisitivo con la esperanza de que haya menos demanda de una vacuna cara y no obligatoria.

"Tengo una lista como la de los reyes visigodos", ironiza un pediatra, para añadir que no hay urgencia en vacunar contra la meningitis B.

El pediatra Luis Ortigosa subraya que los médicos no recomiendan adquirir vacunas en otros países ni por internet. "Las vacunas tienen que estar siempre en nevera y no se puede romper la cadena de frío", explica.

Las farmacias tienen listas con los nombres

La alarma social también tiene sus raíces en el desconocimiento. A los niños se les vacuna contra la meningitis C desde los cuatro meses. Y se pone un refuerzo a los 12 meses y a los 12 años. La Asociación Española de Pediatría recomienda que a los 12 años se administre una vacuna frente a los cuatro serotipos, ACWY, pero esa vacuna no está financiada por el sistema público. Además, para los grupos de riesgo, recomienda la vacuna contra la gripe desde los seis meses y contra la hepatitis A con un año.