El Atlético y el Real Madrid no fueron capaces de superar los escollos de Villarreal (0-0) y Málaga (1-1) y allanaron el camino hacia el título del Barcelona, cuya victoria el sábado en Gran Canaria ante Las Palmas (1-2) le permite disfrutar de una ventaja ya más que importante.

El conjunto de Luis Enrique Martínez, pese a pasar apuros en el feudo insular, gozó de una jornada ''redonda''. Fue el único de los cinco primeros que consiguió la victoria y su diferencia es ya de ocho puntos sobre el Atlético y de nueve respecto al Real.

El Villarreal, cuarto clasificado, sumó su duodécimo partido liguero seguido sin perder al sacar un empate de mucho mérito en el Vicente Calderón.

El cuadro de Marcelino García Toral, que el jueves disputó un partido europeo de gran desgaste ante el Nápoles, volvió a dejar muestras de su potencial y frenó en seco al Atlético. El ''submarino amarillo'' encadenó su cuarto partido sin encajar y ante un conjunto rojiblanco un tanto atascado y que no supo aprovechar sus opciones.

A primera hora de la tarde el Real Madrid ratificó en La Rosaleda los grandes problemas que tiene en sus desplazamientos. Pese a la victoria en Granada y en Roma, el cuadro de Zinedine Zidane volvió a dar una imagen discreta ante el Málaga y no fue capaz de pasar del 1-1 que le ponen la lucha por el título más que complicada con las matemáticas como únicas aliadas para no renunciar.

El equipo malaguista arrancó con fuerza y ambicioso que amenazó a los madridistas. En cambio, un tanto (en posición antirreglamentaria) de Cristiano Ronaldo de cabeza poco después de la media hora puso el partido de cara para la escuadra de Zidane.

Incluso pudo hasta sentenciarlo justo después con un penalti del brasileño Weligton sobre el propio delantero portugués, pero el lanzamiento de este lo adivinó el camerunés Carlos Kameni.

Esta acción alimentó las esperanzas de los hombres de Javi Gracia. Mientras, el Real Madrid volvió a las andadas fuera de casa y el central Raúl Albentosa, a centro de Weligton, firmó el empate (m.66).

A partir de ahí, los hombres de Zidane no tuvieron recursos y de nuevo cedieron un empate, con lo que el Barcelona se le aleja a nueve puntos en la víspera de recibir al Atlético en el Santiago Bernabéu en un derbi quizá ya menos trascendental que en otras ocasiones, aunque el ganador podría quedar como la única alternativa a, si llegara el caso y se diera una remontada, pelear con los azulgrana.

El Sevilla tampoco aprovechó una jornada propicia para afianzar más su quinta plaza e incluso acercarse a la cuarta. Y eso que lo tuvo muy de cara en Vallecas con dos tantos antes de los veinte minutos del francés Steven N''Zonzi y de Vicente Iborra.

Paco Jémez, técnico del Rayo, volvió a ejercer de entrenador valiente. Hizo dos cambios ofensivos y su equipo renació. El mozambiqueño Manucho antes del descanso acortó distancias y el venezolano Nicolás Fedor ''Miku'' firmó el 2-2 definitivo que sabe a poco a los de Unai Emery y que puede significar un punto vital en la lucha por la supervivencia de los rayistas.

El derbi vasco por excelencia, el Athletic-Real Sociedad, se decantó, una vez más del lado guipuzcoano gracias a un tanto del brasileño Jonathas de Jesus a los diecisiete minutos.

El equipo de Eusebio Sacristán sumó su cuarto triunfo seguido y se ganó el derecho a presentar su candidatura a los puestos europeos, en la que sigue el Athletic, aunque su tercer encuentro sin ganar le ha relegado a la octava plaza a tres puntos del Celta.

El Valencia de Gary Neville completó su primera semana fantástica en mucho tiempo. Tras estrenar el casillero de victorias con el inglés ante el Espanyol y encarrilar el pase a octavos de la Liga Europa con goleada ante el Rapid de Viena, en Granada volvió a ganar (1-2), aunque gracias a su pegada y acierto ante un rival que mereció mucho más pero que perdonó y lo paga ocupando el último puesto de la tabla.

El conjunto de José Ramón Sandoval, cuya situación es más que complicada, hizo todo lo posible para amarrar los puntos, pero esta temporada el Valencia es un equipo gafe para el granadino, ya que le ha vencido en los dos encuentros de Liga y en los dos de la Copa del Rey.

Dani Parejo y Santi Mina, en el segundo periodo, aprovecharon sus ocasiones y sepultaron las ilusiones del Granada. Edgar Méndez acortó distancias en la última jugada y selló el 1-2 definitivo que realza la recuperación de los valencianistas y deja a los locales en el pozo, últimos empatados con el Levante y a cuatro puntos de la salvación.