Lo emocional traspasa el objetivo y supera cualquier filtro, artificial o humano. Hay sensaciones que registra la cámara y pasan a la retina, que las procesa. Desde entonces permanecen impresas definitivamente en el corazón, sin posibilidad alguna de borrado.

Miguel Ángel Tobías pertenece a esa especie entregada al prójimo, sin concesiones, comprometida en la difusión de valores y que, movido por ese impulso y desde su condición de fundador de la productora ACCA Media, con la que cada año desarrolla un proyecto benéfico ("Sueños de Haití", "Gurba, la condena" o "Rising Nepal"), ha percibido en las Islas una "especial sensibilidad social", acaso por la vocación migratoria del pueblo canario, su vulnerabilidad como sociedad alejada del centro: su perfil periférico.

De ahí que se haya decidido a dar vida a un documental, de unos 70 minutos de duración y con el título aún provisional de "Canarias Humanitaria", cuyo propósito no es otro que el de contar, y en consecuencia compartir, historias de solidaridad, llenas de compromiso, generosidad y valores, "en el que se van a ver reflejadas personas ayudando a otras personas", explica Tobías.

Porque los "actores" protagonistas son, precisamente, las personas, esos seres anónimos quienes ya sea de manera individual, o bien colectivamente, ponen en marcha iniciativas de ayuda y se muestran como "ejemplos positivos para la sociedad".

Y es que a juicio de Tobías, "Canarias no debe reflejarse en el mundo únicamente como la imagen de un destino turístico de sol y playa. El Archipiélago también debe mostrar, sobre todo, su vertiente como lugar solidario".

El documental ofrece historias similares, pero en el fondo diferentes, "de una manera entrelazada", poniendo en valor la red de proyectos sociales y así hacer patente el compromiso de los canarios con la gente foránea -los refugiados sirios se encuentran en el objetivo de la actualidad- y con las miserias interiores, con esa enorme desigualdad social que late en las entrañas de las Islas.

"Es una manera de demostrar a quienes necesitan ayuda que no están solos" y también darles a entender que "existe una sociedad comprometida dispuesta a echares una mano".

El cien por cien de los beneficios que se obtengan de este documental, así como los ingresos de cualquier acción generadora de fondos, se destinará al apoyo a fundaciones, ONG y cualquier organismo de ayuda a personas necesitadas en Canarias.

Como una amplificación y abriendo el plano, también se presenta "Canarias Ayuda", en formato televisivo y producido por ACCA Media y Global & Creative, un total de 10 programas de 45 minutos que dan "cobertura" a otras historias que por cuestiones de espacio no recoge el documental.

A través de entrevistas íntimas, dos principales y otras transversales, la solidaridad entre personas se hace visible.

Miguel Ángel Tobías

director de acca producciones

"Gurba" tiende la mano

Con 40 estrenos en toda España, el documental "Gurba: la condena" continúa mostrando la delicada situación del pueblo saharaui. Miguel Ángel Tobías viajará en marzo a la zona para llevar dos contenedores con material de ayuda para el centro de víctimas de minas. Además ha suscrito un convenio con la ONCE de forma que el documental se "traducirá" a todos los idiomas de sordos. "Gurba: la condena" fue nominado a los Premios Goya dentro del apartado a mejor documental humanitario.

"Amanece" en Nepal

Que no es poco. El esfuerzo y la dureza física que ha supuesto para Miguel Ángel Tobías y su equipo el rodaje del documental "Rising Nepal" ("Amanece en Nepal") lo pone de manifiesto un ascenso de ocho horas por una geografía escarpada en busca de un pueblo en las alturas, a ocho kilómetros del epicentro del terremoto que asoló al país y lo sumió en el caos. Lo cierto es que el homenaje a las víctimas del terremoto ha servido a Miguel Ángel Tobías como "excusa" para contar las historias de unos seres humanos "con vidas excepcionales", explica. Porque los habitantes de ese pueblo se convirtieron en "actores", un pueblo entero de extras, incluidos monjes tibetanos y dos ciegos, que recrearon ante las cámaras y con un guion en lengua tibetana y traducción al inglés, escenas cotidianas que sitúan al espectador en la realidad.