La convincente victoria de Donald Trump en Nevada, incluso entre los republicanos hispanos, le coloca hoy como el gran favorito ante el "supermartes" del 1 de marzo, donde votarán más de diez estados de Estados Unidos. Gran parte de esos procesos electorales se llevarán a cabo en territorios del sur y el suroeste del país.

Trump vaticinó que desempeñará un buen papel en Texas, reducto de uno de su principales adversarios, el senador Ted Cruz, que vota el próximo martes.

Las encuestas también le dan como primera opción de voto en estados clave como Florida y Ohio, los feudos del senador Marco Rubio, su más directo rival, y John Kasich (gobernador de Ohio), respectivamente, que irán a las urnas el 15 de marzo.

Después, llegará el turno de una serie de primarias durante los meses de marzo y abril. "Van a ser dos meses geniales", afirmó el multimillonario durante su celebración de anoche en Las Vegas (Nevada). "Tal vez ni siquiera necesitemos los dos meses", añadió, en alusión a la posibilidad de que sus contrincantes se rindan antes y él recabe el apoyo necesario para conseguir la candidatura presidencial republicana.

Trump logró el 45,9 por ciento de apoyo en los caucus republicanos del estado de Nevada, según las cifras oficiales publicadas hoy tras completar el recuento final de votos.

Con el 100 por cien de votos escrutados, Trump obtuvo una amplia mayoría por delante de los senadores de origen cubano Marco Rubio (23,9 por ciento) y Ted Cruz (21,4 por ciento).

"Mitt Romney consiguió en Nevada más del 50 por ciento de votos, así que Donald Trump realmente quedó por debajo de lo que hizo él, no solo una vez, sino dos", indicó Rubio hoy en declaraciones al programa "Fox and Friends", en referencia a los caucus republicanos de 2008 y 2012, en los que venció Rommey.

Muy por detrás quedaron los otros dos contendientes, el neurocirujano retirado Ben Carson (4,8 por ciento) y el gobernador de Ohio, John Kasich (3,6 por ciento).

Para Trump es su tercer triunfo consecutivo en los cuatro procesos electorales para la candidatura presidencial celebrados hasta la fecha, después de imponerse en las primarias de Nuevo Hampshire (9 de febrero) y Carolina del Sur (20 de febrero).

La única derrota del multimillonario, por ahora, se produjo en los caucus de Iowa, donde quedó segundo, por detrás de Cruz.

"La realidad indiscutible es que los cuatro primeros estados han mostrado que la única campaña que ha vencido a Trump y que puede vencer a Trump es esta campaña", manifestó Cruz anoche desde Las Vegas.

Según varios sondeos, el 85 por ciento de los votantes fueron blancos y el 8 por ciento hispanos, lo que significa un aumento de del 60 por ciento en los electores hispanos respecto a 2012.

Nevada es el hogar de casi 800.000 latinos, el 28 por ciento de su población total (2,8 millones).

Para los caucus demócratas y republicanos, según datos de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados (NALEO) actualizados hasta diciembre, se registraron 196.000 latinos, un 13 por ciento de todos los votantes inscritos en el estado.

El 17 por ciento de esa cifra se identificó como republicano.

Las encuestas a la entrada de las asambleas reflejan hoy que el 45 por ciento de los hispanos registrados como republicanos se decantó por Trump.

"Lo que realmente me hace feliz, porque lo vengo diciendo desde hace tiempo, es el 46 por ciento de apoyo entre los hispanos. ÑSoy el número uno entre los hispanos!", manifestó el magnate, que recalcó que México pagará el muro que planea levantar en la frontera sur para evitar el tráfico de drogas y la inmigración ilegal.

Para Daniel Ureña, presidente del centro de estudios The Hispanic Council, de confirmarse ese dato entre los hispanos republicanos, "rompería el mito de la tormentosa relación entre Trump y la principal minoría del país, a pesar de sus incendiarias declaraciones".

En Nevada, donde votaron más de 74.000 personas -apenas 33.000 lo hicieron en 2012- había en juego 30 delegados para la Convención Republicana de julio en Cleveland (Ohio), de donde debe salir el candidato a la Presidencia, distribuidos proporcionalmente basándose en los resultados de los candidatos.

Tras el recuento final, Trump se queda con 14 delegados, mientras que Rubio logra 7 y Cruz obtiene 6.

La nominación republicana para los comicios presidenciales del próximo 8 de noviembre recaerá en el candidato que obtenga al menos 1.237 delegados en todo Estados Unidos.