La periodista y arqueóloga Cinta Bellmunt, autora junto al gerundense Eudald Carbonell del libro "Recetas Paleo", que indaga en la dieta que seguían los primitivos seres humanos, desmiente tópicos que se asocian a su alimentación y apunta diversas curiosidades, como que la ingesta de leche podía ser mortal.

En una entrevista con Efe, Bellmunt precisa que los productos lácteos estaban fuera de los consumidos por los humanos del paleolítico, al carecer muchos de ellos de "la encima necesaria para digerirlos", al tiempo que recuerda que todavía "una parte de la población actual no tolera la lactosa".

La autora admite que la proteína se asocia siempre a la dieta del Paleolítico, "pero es falso que, en esa época, sólo se comiese carne y, de hecho, al principio de la evolución humana, la alimentación era eminentemente vegetariana".

La ingesta de carne y pescado era muy puntual y, por supuesto, todos los vegetales eran "ecológicos", apunta Cinta Bellmunt que ha elaborado este libro de primitivas recetas junto a Eudald Carbonell, codirector del yacimiento de Atapuerca, pues ambos son aficionados a "comer sano, de forma variada y a probar cosas distintas".

Las recetas presentadas en el libro se dirigen, según Bellmunt, a un público amplio a través de sesenta propuestas culinarias "elaboradas a partir de ingredientes que se comían en el Paleolítico".

"A partir de ahí le hemos puesto imaginación para combinarlos", indica Cinta Bellmunt, quien añade que han debido adaptarse a los gustos actuales, por lo que se han permitido algunas licencias, como la introducción de la zanahoria, desconocida en aquel momento de la prehistoria.

Cinta Bellmunt destaca, además, que las recetas propuestas son "de proximidad, en el sentido de que se opta por productos cercanos y de calidad".

Bellmunt resta trascendencia a la dificultad de encontrar algunos ingredientes, como la médula de bisonte, y puntualiza que son una excepción en el libro.

Tras "Recetas Paleo", la periodista y arqueóloga revela un trabajo de investigación desde la ventaja de que ella y Carbonell son miembros del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social, con sede en Tarragona.

En esa institución, "una de las líneas de investigación es la alimentación de los homínidos", explica Cinta Bellmunt, quien admite que, de todos modos, tuvieron que consultar a especialistas sobre algunos puntos, como el que deja constancia de los yacimientos en los que se han encontrado evidencias de algunos de los ingredientes.

Bellmunt y Carbonell han contado también con la ayuda de dos cocineros, Ricardo Ponti y Diana Novell, responsables de presentar la elaboración de la receta desde los cánones actuales.

Las especias son otra licencia para adaptarse a los gustos actuales, al igual que las grasas fundidas, los aceites vegetales o la sal, aunque la autora reivindica la originalidad de la base, con unas recetas que siguen los pasos de un homínido del Paleolítico desde que salía a cazar hasta que recolectaba vegetales como acompañamiento.

Las recetas del libro están acompañadas de fotografías a cargo de María Ángeles Torres, y de una doble descripción de la preparación: una al "estilo paleo" y, otra, adaptada a la forma de cocinar actual.