Nos encontramos en la mitad de la cuaresma, periodo que comenzó el Miércoles de Ceniza, el 10 de febrero, y termina con la Pascua. Es tiempo de ayuno y abstinencia, de oración, de penitencia, de sacrificio, de limosna, de preparación en suma para la Semana Santa. De forma similar Jesucristo, antes de comenzar su vida publica, se fue al desierto, donde ayunó durante cuarenta días, y en su memoria se celebra la Cuaresma. Allí fue tentado por el diablo.

Según el evangelista San Lucas: Jesús, lleno de Espíritu Santo, se volvió del Jordán, y era conducido por el Espíritu en el desierto, durante cuarenta días, tentado por el diablo. No comió nada en aquellos días y, al cabo de ellos, sintió hambre. Entonces el diablo le dijo: "Si eres Hijo de Dios, di a este piedra que se convierta en pan". Jesús le respondió: "Esta escrito: no solo de pan vive el hombre"

Llevándole a una altura le mostró en un instante todos los reinos de la tierra y le dijo el diablo: "Te daré todo el poder y la gloria de estos reinos, porque a mí me ha sido entregada, y se lo doy a quien quiero; si pues me adoras, toda será tuya". Jesús le respondió: "Está escrito: Adorarás al Señor tu Dios, y solo a él darás culto". Lo llevó a Jerusalén, y le puso sobre el alero del templo, y le dijo: "Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: A sus ángeles te encomendará para que te guarden. Y en sus manos te llevarán para que no tropiece tu pie en piedra alguna". Jesús le respondió: "Esta dicho: No tentarás al Señor tu Dios".

Acabada toda tentación, el diablo se alejó de él hasta un tiempo oportuno. Jesús volvió a Galilea por la fuerza del Espíritu, y su fama se extendió por toda la región.

España ha sido católica desde hace más de dos mil años, cuando se apareció la Virgen del Pilar, que aún no había muerto en carne mortal en César Augusta (Zaragoza), a Santiago el Mayor para que evangelizara el país. Canarias es católica al menos desde el siglo XVI, con las apariciones de la Virgen de Candelaria, la del Pino...

La religión católica es una religión misericordiosa, en la que hay que perdonar al que te ofende, al enemigo, aunque te haga daño. Por eso hay "mucho valiente" que se mofa de ella, que la vilipendia; con la musulmana no se atreverían. Las muestras las tenemos a montón en los recientes carnavales, en el "entierro de la sardina"..., y en los programas de esos partidos de izquierda que van a salvar a la gente que lo está pasando mal, a costa entre otras cosas de nuestra religión, prohibiendo los actos religiosos, limitando su actividad... Iglesia que tanto bien ha hecho y sigue haciendo (Cáritas, hospitales, misiones...).

Estamos perdiendo religiosidad, temor de Dios. Ya no nos para nada; la justicia humana es lenta normalmente y a veces no se comprende muy bien; los políticos, los poderosos en el ámbito que sea (la Pantoja, los Pujol...), suelen tener un trato diferenciado, a no ser que por motivos políticos no interese... A las iglesias solo van personas mayores, normalmente mujeres; es raro ver jóvenes y niños. La familia ha perdido gran parte de su influencia positiva sobre el buen comportamiento y el buen hacer. La gente no quiere obligaciones; cada vez hay menos matrimonios por la Iglesia, incluso ya ni por lo civil, aparejamiento y a vivir que son dos días. Todo esto normalmente lo paga la educación de los hijos. La corrupción ha llegado a limites incontrolados, la violencia llena las páginas de los periódicos, normalmente son las mujeres las perjudicadas.

Si siguiéramos las doctrinas de Jesucristo, todo esto sería diferente, y esto es lo que se dice en las iglesias, especialmente en la Cuaresma y en la Semana Santa, donde recordamos que Jesucristo, el Hijo de Dios, murió por nosotros para lavar el pecado de Adán y Eva y todos los posteriores, y que nos podamos salvar y disfrutar eternamente de su presencia.

Está bien que la gente se divierta y se olvide, aunque sea por unos días, de las penalidades que estamos pasando, y lo que casi es peor, de las que se nos auguran. Me refiero a los carnavales: no me parece adecuado que se cierren vías fundamentales de la ciudad, en tantas ocasiones impidiendo llegar a ciertas calles o zonas , como la calle de La Marina, San Francisco... Así como que los pueblos, para huir de la competencia de las fiestas de Santa Cruz y La Laguna retrasen las celebraciones, con todo lo que significa de alcoholismo, drogas y sexo a plena Cuaresma, haciendo caso omiso de las creencias que deberían primar, y que hasta ahora habíamos respetado. Igual que en Sevilla existe una zona acotada para la celebración de las ferias, o en Brasil sambódromos, debería acotarse una zona todo lo grande que se quiera para celebrar estos festejos.