El euroescepticismo está latente en Gran Bretaña, pero los votantes siguen eligiendo aún permanecer en la Unión Europea, según revela la última investigación de actitudes sociales de la encuestadora británica NatCen.

El nuevo informe muestra una considerable preocupación del público británico por el impacto cultural de la UE, donde casi la mitad de los encuestados lo considera como una amenaza para la identidad británica y la mayoría apoyaría una amplia variedad de reformas en el funcionamiento de la UE.

Sin embargo, parece poco probable que la mayoría vote salir, a menos que también se los persuada de que Gran Bretaña estaría mejor económicamente fuera de la UE.

La última encuesta británica de NatCen, consultada por OTR/Press, demostró que el 65% de los británicos se considera euroescéptico; dentro de ese 65%, el 22% quiere salir; mientras que el 43% quiere reducir las potestades de la UE.

A su vez, el 68% de los británicos encuestados está a favor de la reducción de la capacidad de los migrantes de la UE para acceder a las prestaciones sociales y el 60% quiere reducir el grado en que la UE regula los negocios.

Casi la misma cantidad (59%) quiere evitar que la gente de otros países de la UE tengan acceso a la Seguridad Social (NHS) de forma gratuita y más de la mitad (51%) quiere poner fin a la libre circulación de personas dentro del país del resto de los ciudadanos de la comunidad europea.

Detrás de este escepticismo se encuentra la preocupación generalizada por el impacto cultural de adhesión a la UE. Casi la mitad (47%) está de acuerdo en que la pertenencia a la UE está "socavando" la identidad distintiva de Gran Bretaña, mientras que sólo tres de cada diez (30%) no está de acuerdo.

Sin embargo, a pesar de esta profunda preocupación acerca de la pertenencia de Gran Bretaña a la UE, cuando se les hace una pregunta directa de la elección, el 60% piensa que el país debería "continuar" siendo miembro de la UE y un 30% que se debería retirar.

La pregunta es por qué el apoyo para dejar la UE es menor al nivel de euroescepticismo. Según el informe, las preocupaciones sobre el impacto cultural negativo de adhesión a la UE que están estrechamente relacionadas con el euroescepticismo no siempre son suficientes para convencer a alguien de que Gran Bretaña deba realmente salir de la Unión Europea.

Y sugiere el informe que para traducir ese escepticismo en un apoyo a la salida de Gran Bretaña los votantes necesitan también estar convencidos de la justificación económica para que el país se retire, y en la actualidad la mayoría no lo está. Sólo el 24% cree que la economía de Gran Bretaña estaría mejor si se sale de la UE, mientras que hasta el 40% cree que sería peor.

Para John Curtice, investigador principal de NatCen Investigación Social, "Gran Bretaña está tan escéptica sobre Europa como no lo ha sido nunca, los sentimientos que parecen estar impulsando son en gran parte por las preocupaciones sobre el impacto que la UE está teniendo en la identidad y la vida cultural nacional, que no son menos importantes, como los altos niveles de inmigración de la UE".

"Sin embargo -explica Curtice-, para la mayoría de la gente su propio escepticismo no es suficiente para justificar salir de la Unión Europea. La campaña para salir evidentemente, tiene que convencer a más votantes de sus argumentos económicos, en tanto que para permanecer hay que asegurar a los votantes de las ventajas económicas de aguantar la interferencia de Bruselas".